Grasa de pato
Grasas saludables
Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son las saludables.
Buenas noticias: la mayor parte de la grasa de pato se compone de estas grasas buenas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Ambas pueden ayudar a reducir el colesterol LDL. El colesterol LDL es el malo. La disminución de este tipo de colesterol reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La grasa de pato también contiene ácido oleico, que puede ser útil para controlar la diabetes. Hay investigaciones que sugieren que los beneficios del Mediterráneo pueden estar relacionados con el ácido oleico. El ácido oleico representa el 40% de la grasa de pato.
Grasas saturadas
Las grasas saturadas son las menos saludables.
Malas noticias: la mayor parte de la mantequilla está formada por las grasas saturadas malas. Vigilar el consumo de grasas saturadas es importante. Esto se debe a que su exceso puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Cuando se trata de grasas animales, la grasa de pato es una opción más inteligente con respecto a la gestión de las grasas saturadas
Sabor de la grasa de pato
Cuando se trata de las propiedades de mejora del sabor de la grasa de pato, no se queda atrás. La grasa de pato tiene un sabor aún más rico y es más saludable que la mantequilla. Además, no contiene productos lácteos. En resumen, la grasa de pato ofrece mejores resultados de cocción o asado que la mantequilla y, además, es una opción más saludable. Así que todos salimos ganando.