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Discusión
Un varón de 63 años se presentó con parálisis facial derecha y diplopía. En la evaluación, se le diagnosticó leucemia aguda con afectación del SNC. Se sometió a dos ciclos de quimioterapia tras los cuales se quejó de dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, por lo que se realizó una tomografía computarizada con contraste (CECT). La CECT mostró un gran absceso hepático como causa del dolor. Además, se detectó incidentalmente una hernia inguinal indirecta del lado derecho con apéndice como contenido. Ésta se detectó en las imágenes axiales (Fig. 1a-j) con una mejor representación en las imágenes coronales (Fig. 2a-h). No se encontró evidencia de apendicitis ni clínicamente ni en las imágenes.
Imágenes axiales contiguas (a-j) que muestran el apéndice entrando en la hernia inguinal indirecta del lado derecho. La estrella blanca muestra el ciego, la estrella negra muestra el íleon terminal, las flechas blancas muestran el apéndice y la flecha negra muestra los vasos epigástricos inferiores derechos
Imágenes coronales contiguas (a-h) que muestran mejor el apéndice entrando en la hernia inguinal indirecta derecha. La estrella blanca muestra el ciego, la estrella negra muestra el íleon terminal, la flecha blanca muestra el apéndice y la flecha amarilla muestra la unión del apéndice con el ciego. La flecha negra muestra la región inguinal normal contralateral
Un saco herniario inguinal con apéndice vermiforme se denomina hernia de Amyand (AH). La definición incluye el apéndice normal, inflamado y perforado. Lleva el nombre de Claudius Amyand, un cirujano que se cree que fue la primera persona que realizó con éxito una apendicectomía de un apéndice perforado en una hernia inguinal. La AH es infrecuente, ya que se produce entre el 0,28 y el 1 %, mientras que la apendicitis sólo se observa en el 0,07-0,13 %. Suelen ser del lado derecho, ya que el apéndice es un órgano del lado derecho, aunque también pueden producirse hernias del lado izquierdo. Las hernias inguinales pueden detectarse fácilmente en la TC axial; sin embargo, las reformadas sagital y coronal son útiles para el diagnóstico de la AH, y la ecografía puede resultar útil en ocasiones. Se cree que la apendicitis está causada por la compresión del apéndice en la base de la hernia más que por una obstrucción intraluminal. En los casos de AH con apendicitis, se puede encontrar una masa inguinal derecha inflamada y sensible. Sin embargo, en muchos casos, la presentación simula más una hernia encarcelada que una apendicitis. Se han propuesto varias clasificaciones para la AH como la de Losanoff y Basson, Nyhus y Bendavid . La AH con apendicitis es una emergencia quirúrgica y los radiólogos deben estar familiarizados con esta condición. En nuestro paciente, las comorbilidades concomitantes fueron tratadas; pero como estaba asintomático para la AH sin evidencia de apendicitis, no se tomaron medidas quirúrgicas inmediatamente para la misma.