El país de Belice es diverso y su gente también. Los beliceños son un auténtico ejemplo de mezcla de etnias. Todos los beliceños tienen diferentes orígenes genéticos, con algunas características compartidas que resultan de una mezcla de elementos físicos y culturales. Los beliceños están abiertos a las uniones interraciales. Nuestra actitud es relajada y nuestras distintas culturas han conseguido coexistir en relativa armonía.

Los mayas

Nadie duda seriamente de que los mayas emigraron a América hace siglos desde Asia a través del estrecho de Bering. Esto ocurrió varios años antes de Cristo y es evidente en sus ojos almendrados y pómulos altos. Al menos el 10% de nuestra población se considera de etnia maya. Los mayas son un pueblo tranquilo y noble, orgulloso de su rica herencia. Hay dos subgrupos de mayas: los mayas mopanes, que viven en la aldea de San Antonio (Toledo), y los kekchis, que emigraron de Guatemala en la década de 1880. Todavía hablan su lengua y tienen un fuerte sentido de comunidad, así como una reverencia por la educación.

Los garífunas

La rica cultura del pueblo garífuna se desarrolló por primera vez en la pequeña isla caribeña de San Vicente, descendiente de esclavos africanos que se casaron con indígenas conocidos como arawaks. Fueron expulsados por el Gobierno británico y en 1832 llegaron a la costa de Belice en piraguas. Su llegada se conmemora cada año el 19 de noviembre con un festival de comida, tambores, bailes y cantos. Ellos también han dejado su huella indeleble en Belice con su exótica cocina de Sere (sopa de pescado), Hudut (medallones de plátano) y su famoso Pan de Yuca, que ha sido adoptado por todos los beliceños. Han mantenido intactas su lengua y sus costumbres, al tiempo que han realizado aportaciones en materia de educación, arte y gobierno.

El criollo

En Belice, el término criollo se ha definido como una persona de ascendencia mixta europea y africana. No hay que confundirlo con el criollo de Luisiana. Nuestros criollos son los descendientes de los esclavos africanos que fueron llevados a la fuerza a Honduras Británica durante la época colonial y que acabaron mezclándose con los colonos europeos. En la actualidad, la mayoría de los criollos viven en la ciudad de Belice y constituyen dos quintos de la población. Algunos viven también en los otros cinco distritos. La mayoría de los beliceños de todas las etnias hablan la lengua criolla, una amalgama local única del inglés, aunque el inglés estándar es la lengua oficial. Los criollos son conocidos por sus deliciosos platos de arroz y alubias, en todas sus variantes, con pollo, pescado, ternera y cerdo, y los disfrutan todos en el país. Es un alimento básico para todos.

El mestizo

El término mestizo significa «mezclado» y se refiere a una persona blanca de habla hispana en Centroamérica. En algunos países se les llama ladinos, pero no en Belice. Los mestizos son descendientes de mayas mezclados con españoles de Yucatán y el sur de México. Aunque hablan español en casa, también hablan y entienden el criollo y el inglés. Son mayoritariamente católicos y orientados a la familia, y conservan sus costumbres y su cocina: El escabeche, los tamales rellenos y los tacos han pasado a formar parte de la dieta diaria de los beliceños.

Otros grupos más pequeños

Indio oriental
Después de la emancipación británica en 1838, los indios orientales o hindúes fueron traídos a Belice por los británicos como sirvientes contratados. Trabajaban como empleados domésticos o en las plantaciones de azúcar. Se suponía que eran libres, pero esto se contradecía con el término indentured. Se les llamaba comúnmente «coolies», es decir, sirvientes pagados. Ya no se utiliza este término. Estaban atados a un contrato de trabajo, generalmente por cinco años, tras los cuales eran libres de regresar a la India. Muchos de estos grupos se quedaron y más tarde se les unieron otros grupos a finales de la década de 1860. En la década de 1930 se habían asimilado y establecido como prósperos comerciantes y tenderos. También siguen hablando su lengua y practicando sus costumbres. Son personas hermosas con una cultura colorida y un espíritu comunitario.
Pueblos árabes
Tras el final de la Gran Guerra en 1918, Belice recibió inmigrantes de Líbano, Palestina y Siria. Trabajaron sobre todo en las industrias del chicle y la madera y se asentaron principalmente en Cayo, y más tarde en Ciudad de Belice. Son muy trabajadores y empresarios con amor por la familia. Además, están establecidos como exitosos en muchas áreas, con una fuerte ética de trabajo. Algunos todavía hablan su idioma, y su cocina también ha traspasado al paladar tradicional beliceño.
Chinos
Hace aproximadamente un siglo, hubo una afluencia de inmigrantes chinos a Belice. Se dedicaron sobre todo al comercio y a la adquisición de tierras y se convirtieron en parte del tejido de la cultura beliceña en todo el país. Algunos hablaban español y más tarde inglés, y sus hijos se convirtieron en beliceños, estudiando y trabajando, normalmente siguiendo el oficio de sus padres, o convirtiéndose en profesionales independientes. Más tarde, Belice estableció lazos diplomáticos con la República Popular China (Taiwán) y durante casi 50 años también han ocupado su lugar como nuevos beliceños.
Menonitas
La mayoría de nuestros menonitas llegaron a Belice vía México. Son de ascendencia alemana, muy religiosos, y creen en las antiguas formas de vestir y costumbres, algo así como los Amish en Norteamérica. Hablan una variante del alemán antiguo, además de inglés, español y criollo, y viven en comunidades muy unidas. Antes de su llegada, Belice no tenía industria láctea. Estos inteligentes e industriosos inmigrantes han contribuido enormemente a la agricultura, la ganadería y la avicultura, y son expertos en la fabricación de muebles a la antigua usanza. Como son tan trabajadores, se instalan allí donde hay oportunidades. En Orange Walk, Cayo y Toledo: al norte, al oeste y al sur.

Foto Cortesía: Leonardo Meléndez
Escrito por Nelita Castillo