¿Puede el yogur ayudar realmente a la digestión?
Es probable que haya visto los anuncios de televisión del yogur probiótico. Y si usted es uno de los millones de estadounidenses que luchan contra problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable, el estreñimiento o la diarrea, la idea de comer un sabroso yogur para curar sus males puede sonar atractiva.
Un sabroso probiótico
El yogur encabeza la lista de fuentes de alimentos que contienen probióticos, las bacterias buenas que hacen que todo fluya sin problemas en su intestino. Pero no todos los yogures son iguales.
Tenga cuidado con los yogures cargados de azúcar, especialmente los que vienen con aderezos adicionales, como galletas o caramelos, que puede mezclar.
Aunque puede obtener algunos beneficios para la salud del propio yogur, los aderezos azucarados no le harán ningún favor saludable.
Qué buscar en su yogur
Cuando compre un yogur, eche un vistazo a la etiqueta y asegúrese de que incluya una declaración con palabras como «Contiene cultivos vivos» o «Contiene cultivos activos». Algunas marcas pueden incluso enumerar los cultivos específicos en la etiqueta de ingredientes. Según la Asociación Nacional del Yogur (sí, existe realmente), los cultivos beneficiosos que hay que buscar en el yogur son el Lactobacillus bulgaricus y el Streptococcus thermophilus. Estos pequeños con nombres difíciles de pronunciar son los responsables de convertir la leche pasteurizada en yogur durante el proceso de fermentación. Si en la etiqueta no aparecen los cultivos vivos o activos como ingrediente, cambie de marca.
Una vez que haya encontrado un yogur que le guste con cepas de bacterias buenas, incorpórelo a su dieta diaria. En lugar de aumentar los niveles de azúcar con aderezos de galletas o caramelos, puede aderezar el yogur natural con rodajas de fruta o un toque de miel. También puedes mezclar el yogur con granola o cereales para el desayuno, o incluirlo en un batido de fruta fresca en cualquier momento del día.
Dale una oportunidad al kéfir
Si te interesa una alternativa al yogur, prueba el kéfir. El kéfir, una bebida hecha con leche de vaca fermentada, también contiene bacterias buenas y es como un yogur bebible. Otros alimentos que contienen una gran cantidad de probióticos son el chucrut y los encurtidos.