Batalla de Vera Cruz
Llevadas a tierra por marineros con sombreros de ala ancha, las tropas del general Winfield Scott comienzan su desembarco en Vera Cruz en 1847 durante la Guerra de México. Los barcos apoyan el desembarco con disparos de cañón dirigidos contra las defensas mexicanas y, como señala el pie de foto de este grabado de Currier e Ives, «todo el ejército llegó a la orilla con gran estilo, sin accidentes ni pérdidas». Scott había decidido desembarcar en Vera Cruz y luego avanzar hacia el interior por la Carretera Nacional, en una campaña que recordaba la ruta del conquistador español Hernando Cortés hacia Tenochtitlan (actual Ciudad de México). Después de que Scott decidiera que un bombardeo naval por sí solo no lograría someter a la ciudad mexicana, diseñó una embarcación de desembarco anfibio y ordenó a sus tropas que desembarcaran el 9 de marzo de 1847. Este desembarco fue una de las primeras operaciones anfibias y la más grande que Estados Unidos llevaría a cabo hasta la Segunda Guerra Mundial.
Cuando los hombres de Scott desembarcaron, empezaron a establecer emplazamientos de artillería, trayendo grandes tubos navales a la orilla para bombardear las fortificaciones mexicanas. Un joven y talentoso ingeniero del personal de Scott, el capitán Robert E. Lee, ayudó a colocar los emplazamientos de los cañones navales y dirigió su construcción. Los artilleros de la marina tripularon las baterías, incluyendo al hermano de Lee, Sydney Smith Lee. El 22 de marzo, las baterías abrieron fuego. Robert se preocupó por su hermano, y más tarde le escribió a su esposa que «me quedaba junto a su cañón siempre que no me necesitaban en otra parte. Me sentí muy mal y no sé qué habría hecho si lo hubieran abatido antes que yo». Para el 29 de marzo, la ciudad estaba en manos americanas y Scott comenzó su avance hacia el interior.
Lee completó bien sus tareas en Vera Cruz y Scott confió en él en gran medida en la campaña posterior, utilizándolo para explorar la topografía mexicana para el avance americano. A pesar de recibir ascensos por su actuación en la Batalla de Cerro Gordo (abril de 1847), algunos historiadores, como Douglas Southall Freeman, concluyen que el mayor logro de Lee en la Guerra de México fue un viaje de exploración de varios días a través de un traicionero campo de lava seca llamado Pedregal; su trabajo de reconocimiento ayudó a Scott a conseguir la victoria en la Batalla de Contreras (19 de agosto de 1847). Scott comentó más tarde que la misión de Lee allí había sido «la mayor hazaña de valor físico y moral realizada por cualquier individuo» durante la campaña.