Salmo 37: Un manual práctico para la vida
El Salmo 37 es un poderoso y práctico manual para la vida. Dentro de sus primeros ocho versos hay ricas ideas para encontrar la alegría y deshacerse de los pensamientos negativos.
No te preocupes por los hombres malos ni tengas envidia de los que hacen el mal;
porque como la hierba pronto se marchitarán, como las plantas verdes pronto morirán.
Confía en el Señor y haz el bien; habita en la tierra y disfruta de un pasto seguro.
Deléitate en el Señor y él te dará los deseos de tu corazón.
Encomienda tu camino al Señor; confía en él y lo hará:
Hará que tu justicia brille como la aurora, la justicia de tu causa como el
sol del mediodía.
Quédate quieto ante el Señor y espéralo con paciencia; no te inquietes cuando los hombres tengan éxito en
sus caminos, cuando lleven a cabo sus malvados planes.
Retira la cólera y apártate del enojo; no te inquietes; eso sólo conduce al mal. -Salmo 37:1-8
Este Salmo nos da órdenes de «no hacer», conductas que debemos dejar atrás para encontrar la bendición y la paz de Dios. No te preocupes ni tengas envidia (versículo 1). Que cada día te encuentres agradecido por lo que Dios te ha dado. No te enfades ni seas vengativo (versículo 8). Perdona como has sido perdonado; practica la mansedumbre y el autocontrol.
Pero este Salmo también nos da acciones positivas que debemos tomar para alinearnos con el plan de Dios para vivir con alegría.
1. Confía en el Señor (versículo 3).
Cualquier cosa que te moleste, confía en que Dios es capaz de manejarla mejor que tú.
2. Haz el bien (versículo 3).
La vida es cuestión de elecciones. Sepa que Dios le honrará cuando haga lo correcto.
3. Deléitese en el Señor (versículo 4).
Enamórese de Jesús. Tómate un tiempo cada día para sentarte tranquilamente en su presencia. Aprende a deleitarte en él.
4. Encomienda tu camino al Señor (versículo 5).
Confía todo lo que hagas, cada día, toda tu vida, a Dios; él es capaz de manejarlo mejor.
5. Quédate quieto ante el Señor y espéralo con paciencia (versículo 7).
Esto no significa no hacer nada. Más bien, significa que después de haber hecho todo lo que puedas, debes relajarte sabiendo que Dios se encargará del resto.
Vivimos en un mundo en el que los consejos resuenan en la televisión y en la radio, en los sitios de blogs; en el que los amigos y a veces incluso los extraños están ansiosos por ofrecer opiniones sobre tu vida. Así que es bueno saber que la Biblia sigue siendo relevante. Fiable. Y tan verdadera.