Oceana

Jun 28, 2021
admin

De todas las extrañas criaturas que habitan nuestros océanos, los caballitos de mar son una de las más singulares y misteriosas. Estos diminutos peces están entre las pocas clases que nadan en posición vertical, enrollando sus colas rizadas alrededor de las plantas para ayudar a anclarlas contra la corriente. En lugar de escamas, tienen placas óseas bajo la piel y utilizan su largo hocico para alimentarse de plancton. ¿Y lo más curioso de todo? En estos animales que cambian de sexo, los machos se quedan embarazados, llevan los huevos fecundados en sus bolsas abdominales y cuidan y protegen a sus crías mientras crecen.

Caballo de mar del Pacífico (Hippocampus ingens) © OCEANA / Houssine KaddachiPesca de caballitos de mar

Desgraciadamente, hay un enorme apetito humano por estos simpáticos animales. Te preguntarás cómo puede alguien encontrar apetecibles estas criaturas óseas. De hecho, se utilizan sobre todo con fines medicinales en China, Japón y Corea, ya que se cree que sirven para tratar el asma, las disfunciones sexuales, el dolor y otras dolencias. La demanda de caballitos de mar se ha disparado en las últimas décadas, reflejando el crecimiento económico de China.

Las pesquerías de todo el mundo abastecen esta demanda, con caballitos de mar que son objeto de pesca directa o capturados involuntariamente (como pesca incidental) en las pesquerías de arrastre de fondo. Las capturas accidentales constituyen la mayor parte del comercio internacional. En 2001, 77 países comercializaron al menos 25 millones de caballitos de mar, ¡más de 70 toneladas! Los caballitos de mar también son populares en los acuarios y se venden como recuerdos (y a veces incluso como aperitivos) en todo el mundo.

Los caballitos de mar están amenazados por algo más que la pesca. Suelen vivir en praderas marinas, manglares y arrecifes de coral en aguas costeras poco profundas, que son muy sensibles a la contaminación, el cambio climático y otros impactos humanos. Por ejemplo, el vertido de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México en 2010 destruyó las praderas marinas, reduciendo las poblaciones de una especie de caballito de mar pigmeo que ya estaba amenazada y que habita en la zona. Los caballitos de mar son especialmente vulnerables a las perturbaciones, ya que son nadadores lentos, están escasamente poblados en los océanos y son monógamos, permaneciendo fieles a su pareja. Todos estos factores hacen que si uno de los miembros de la pareja desaparece, su compañero tarde mucho en encontrar una nueva pareja.

Caballo de mar (Hippocampus spp.) © OCEANA / Eduardo de AnaComercio internacional

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) incluye a todas las especies de caballitos de mar en su Apéndice II, reconociendo que pueden llegar a estar en peligro de extinción si no se controla estrechamente su comercio. Para poder comerciar internacionalmente con los caballitos de mar, los países que han firmado el acuerdo CITES deben controlar y supervisar las exportaciones, concediendo permisos de exportación sólo cuando esté claro que el comercio no amenaza a las poblaciones de caballitos de mar salvajes. No obstante, se producen capturas y comercio ilegales, y varios países han optado por no cumplir el acuerdo de la CITES. En enero de 2010, se incautaron 25.000 caballitos de mar en un almacén de Perú, que pertenecía a un ciudadano chino que tenía previsto exportarlos a Japón a través de Hong Kong. Sólo un mes después, en Panamá, se descubrieron 20.000 caballitos de mar escondidos dentro del estómago de un pez procedente de Perú.

Caballo de mar de hocico corto (Hippocampus hippocampus) © OCEANA / Sergio GosalvezUna especie enigmática

Las investigaciones actuales, combinadas con los registros aduaneros y comerciales, muestran que las poblaciones de caballitos de mar han sufrido un rápido descenso. Los pescadores y buceadores también han informado de la desaparición de los caballitos de mar de las zonas costeras. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas sin respuesta, ya que los caballitos de mar son muy difíciles de estudiar en la naturaleza. ¿Cuántos hay en los océanos? ¿Cuántas especies quedan por descubrir? ¿Cómo funciona su inusual sistema de apareamiento?

Si gestionamos nuestros océanos de forma más inteligente, tal vez podamos encontrar las respuestas a lo anterior. Una cosa está clara: las poblaciones fuertes y prósperas de caballitos de mar son probablemente buenos indicadores de la salud de los océanos y de los hábitats de una multitud de otros animales marinos. En los casos en los que se sabe que las poblaciones de caballitos de mar han disminuido, deberíamos prestar mucha atención a las razones y hacer todo lo posible para reducir las amenazas a estas intrigantes criaturas.

Caballo de mar de hocico largo (Hippocampus guttulatus) © OCEANA / Enrique TalledoFascinantes datos sobre el caballito de mar

Los caballitos de mar no tienen dientes ni estómago, pero utilizan su largo hocico para succionar crustáceos y otros zooplancton.

El caballito de mar más pequeño es una especie de caballito de mar pigmeo (Hippocampus denise) y, con 16 mm de longitud, es más pequeño que la mayoría de las uñas. Otros hipocampos adultos pueden alcanzar una longitud de 35 cm.

Los hipocampos no son buenos nadadores. Al igual que los camaleones, confían en su camuflaje para esconderse de los depredadores. El dragón de mar de hojas, un pariente cercano de los hipocampos, tiene una de las capacidades de camuflaje más impresionantes.

También como los camaleones, los ojos de los hipocampos pueden moverse independientemente unos de otros.

Los adultos viven de uno a tres años, y sólo unos pocos huevos de una cría de hasta 2000 sobreviven cuando son liberados de la bolsa de su padre

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