Miel cruda que no ha sido pasteurizada, por lo que contiene levaduras y enzimas vivas. Cuando se diluye con agua a temperaturas cálidas, la miel empieza a fermentar fácilmente, ya que las levaduras empiezan a consumir los azúcares de la miel y se multiplican.

La miel cruda contiene naturalmente alrededor de un 18% de agua. Si el contenido se eleva por encima del 20% en un ambiente cálido (21-40°C / 70-104°F) entonces ciertos tipos de levadura, naturalmente presentes y depositados por las abejas, pueden prosperar y multiplicarse fermentando la miel. Con la levadura adecuada el resultado es delicioso, pregúntele a cualquier bebedor de hidromiel. Sin embargo, con la levadura incorrecta, la miel puede resultar desagradable.

La miel fermentada, a veces denominada miel de panadero, tiene un sabor picante debido al ácido acético que se forma, un olor ligeramente a pan y una sensación suave en la boca. Durante la fermentación pueden verse burbujas en la miel y la miel fermentada puede conservar un aspecto espumoso. La miel fermentada en el muesli del desayuno con yogur natural es deliciosa. También se cree que la miel fermentada es muy buena para el bioma intestinal.

Sin embargo, según la legislación del Reino Unido, los apicultores no pueden fabricar ni vender legalmente miel fermentada. Aunque no tenemos constancia de ningún proceso judicial, es probable que también sea ilegal que los bares elaboren y sirvan miel fermentada en los cócteles.