Más de 2 millones de niños en Estados Unidos se educan en casa, frente a sólo 15.000 hace 40 años, pero se ha investigado poco sobre los resultados académicos y sociales de esta población estudiantil. En un análisis inédito, el investigador de la Universidad de Vanderbilt Joseph Murphy examinó la educación en casa desde sus inicios en la década de 1970 hasta la actualidad, con el fin de comprender mejor este creciente movimiento social y lo que significa para la educación.

La educación en casa está muy poco estudiada porque es difícil obtener datos, dice Murphy. Dado que los educadores en casa no están incluidos en los datos típicos de los distritos escolares ni en los exámenes exigidos por el gobierno federal y, además, están dispersos por todo el país en casi tantos hogares como estudiantes, es un reto evaluar el impacto de esta alternativa educativa.

La investigación de Murphy se centra en la historia del movimiento de educación en casa en Estados Unidos, su crecimiento exponencial, las personas que componen la población educada en casa y el impacto de esta vía educativa en el estudiante y la sociedad.

Las conclusiones de su estudio de tres años de duración culminan en el libro recién publicado, Homeschooling in America.

«El propósito del libro es ofrecer una comprensión informada del movimiento», dijo Murphy, profesor Frank W. Mayborn y presidente del Departamento de Liderazgo, Política y Organizaciones del Colegio Peabody de educación y desarrollo humano de Vanderbilt. «Estos movimientos tienden a ser muy ideológicos y cada uno tiene una creencia e ideología. El libro se esfuerza por ir más allá de eso para entender realmente lo que está sucediendo y por qué está sucediendo»

Si bien Murphy encontró que la religión y los valores son las razones número 1 por las que los padres eligen educar a sus hijos en casa, éstas no son las únicas motivaciones. El descontento con las escuelas y las necesidades personales de la familia también son razones comunes, seguidas por los padres que sienten que pueden educar a sus hijos mejor que el sistema de escuelas públicas.

Una preocupación común es que los niños que son educados en casa no se socialicen, pero Murphy encontró que la mayoría de estos estudiantes tienen redes sociales muy ricas. Desde el punto de vista académico, dice, es más difícil obtener respuestas, aunque estadísticamente, tantos estudiantes educados en casa asisten a la universidad como sus compañeros de la escuela pública tradicional.

«Los estudiantes educados en casa tienen éxito y no se desempeñan peor que otros estudiantes ni parecen estar en desventaja de ninguna manera», dijo Murphy. «Si tienes un profesor dedicado a uno o dos niños, es una ecuación de éxito, y por eso no me sorprende que funcione».

Murphy lleva mucho tiempo investigando la idea de abrir el sistema educativo a las fuerzas del mercado y del cliente a través de vías que hagan que la educación sea más sensible al cliente y a la clientela, como las escuelas concertadas y los vales escolares. La educación en casa, dice, es el ejemplo más radical de la privatización de la enseñanza, porque elimina todo el coste de la nómina pública y lo hace recaer exclusivamente en los padres.

Murphy dice que la educación en casa se ha convertido en un competidor en el mercado de la elección de escuela, pero no cree que la trayectoria siga en aumento.

«Una de las cosas que limitará la educación en casa es que alrededor del 90 por ciento de estas familias sacan a uno de los padres del sector asalariado», dijo Murphy, señalando que hasta el 95 por ciento de los profesores que educan en casa son madres a tiempo completo. «Sólo puede haber un número determinado de personas que renuncien a su trabajo para quedarse en casa, así que eso es un tapón natural para el crecimiento».

El comodín, dice, es la tecnología, que podría permitir a más estudiantes «escolarizar en casa», pero esta opción es en realidad una amenaza para la educación en casa porque la escolarización en línea está actualmente dominada por las escuelas públicas. Aunque no hay muchos datos al respecto, Murphy predice que en el futuro, más padres que educan en casa elegirán una opción en línea financiada por los sistemas escolares locales que les permita mantener a sus hijos en casa mientras compensan el costo de las escuelas locales.

Mientras tanto, Murphy dice que los padres están cada vez más dispuestos a invertir el tipo de tiempo y energía que se necesita para educar en casa, aunque la investigación que examina los resultados de la educación en casa es muy escasa.