Vacunas conjugadas contra el meningococo
La Neisseria meningitidis es una de las principales causas de meningitis bacteriana y sepsis en los Estados Unidos, Europa y en muchas otras partes del mundo, incluidas algunas zonas del África subsahariana (conocidas como el «cinturón de la meningitis» africano). Cada año se producen > 500000 casos de enfermedad meningocócica, con un número estimado de muertes de 135000 en todo el mundo. Aproximadamente entre el 10% y el 15% de los supervivientes sufren una morbilidad significativa en forma de secuelas neurológicas, como pérdida de audición, trastornos del habla, pérdida de extremidades, retraso mental y parálisis. La enfermedad suele estar causada por los serogrupos A, B, C, Y o W-135 de N. meningitidis. La prevención de la enfermedad meningocócica incluye el aislamiento, la quimioprofilaxis y la vacunación con las vacunas de polisacáridos disponibles. Sin embargo, las vacunas antimeningocócicas de polisacáridos (es decir, la A y la C; la A, la C y la W-135; o la A, la C, la Y y la W-135) que se desarrollaron inicialmente en la década de 1970 suelen ser poco inmunogénicas en los niños o requieren dosis repetidas y no producen una inmunidad duradera. La tecnología de las vacunas conjugadas se ha utilizado con mucho éxito en las vacunas infantiles para la prevención de otros patógenos bacterianos de la meningitis, incluidas las vacunas contra Haemophilus influenzae serotipo b (Hib) y, más recientemente, las vacunas neumocócicas conjugadas de siete y nueve componentes. Las vacunas conjugadas contra el serogrupo C de N. meningitidis, de reciente aparición, han sido muy eficaces en niños pequeños y adolescentes, con mínimos efectos secundarios. Se están desarrollando vacunas conjugadas contra otros serogrupos meningocócicos importantes (por ejemplo, el serogrupo A de N. meningitidis, responsable de los grandes brotes pandémicos y de la mayor parte de la enfermedad en el África subsahariana, y los serogrupos Y y W-135) y, junto con las conjugadas contra el serogrupo C, tienen el potencial de influir significativamente en la enfermedad meningocócica esporádica y epidémica mundial. La búsqueda de una vacuna eficaz contra el meningococo del serogrupo B sigue siendo esquiva. Este manuscrito revisa las vacunas meningocócicas conjugadas y su potencial para la prevención de la enfermedad meningocócica.