En esta revisión, resumimos las investigaciones sobre los reservorios animales del coronavirus del SRAS (SARS-CoV). Se sospechó que las civetas de palma enmascaradas eran el origen del brote de SARS en 2003 y se confirmó que era el origen directo de los casos de SARS con síntomas leves en 2004. El análisis de la secuencia del virus similar al SARS-CoV en las civetas de palma enmascaradas indicó que era altamente homólogo al SARS-CoV humano con una identidad nt superior al 99,6%, lo que indica que el virus no ha estado circulando en la población de civetas de palma enmascaradas durante mucho tiempo. El alineamiento de 10 secuencias completas del genoma viral de las civetas de palma enmascaradas con las del SARS-CoV humano reveló 26 variaciones de un solo nucleótido (SNV) conservadas en los virus de las civetas de palma enmascaradas. Estas SNV conservadas se perdieron gradualmente en los genomas de los virus aislados de los pacientes humanos de la fase temprana a la fase tardía de la epidemia de SARS de 2003. En 2005, se identificó a los murciélagos de herradura como el reservorio natural de un grupo de coronavirus que están lejanamente relacionados con el SARS-CoV. Las secuencias del genoma de los coronavirus similares al SARS de los murciélagos tenían una identidad de nt de entre el 88 y el 92% con la del SARS-CoV. Se ha dilucidado la prevalencia de anticuerpos y ARN viral en diferentes especies de murciélagos y las características del coronavirus similar al SARS de los murciélagos. Aparte de las civetas de palma enmascaradas y los murciélagos, se han analizado otras 29 especies animales para detectar el SARS-CoV, y los resultados se resumen en este artículo.