Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de Yale podría explicar por qué los síntomas de los virus del resfriado y la gripe, que suelen ser leves y transitorios en los no fumadores, pueden enfermar gravemente a los fumadores. Publicado en el Journal of Clinical Investigation, el estudio también identificó el mecanismo por el cual los virus y el humo del cigarrillo interactúan para aumentar la inflamación y el daño pulmonar.

Hasta hace poco, los científicos no habían podido explicar por qué los fumadores tienen respuestas más exageradas a las infecciones virales. Los fumadores han sido más propensos que los no fumadores a morir durante anteriores epidemias de gripe y son más propensos a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, los niños expuestos al humo de segunda mano presentan respuestas más graves cuando se infectan con el virus respiratorio sincitial.

La opinión predominante ha sido que el humo del cigarrillo disminuye las respuestas antivirales. Pero los investigadores de Yale -el autor principal, el doctor Jack A. Elias, catedrático de medicina Waldermar Von Zedtwitz y presidente de medicina interna de la Facultad de Medicina de Yale, y el primer autor, el doctor Min-Jong Kang, investigador científico asociado- descubrieron lo contrario.

Sus experimentos demostraron que los sistemas inmunitarios de los ratones expuestos al humo de tan sólo dos cigarrillos al día durante dos semanas reaccionaban de forma exagerada cuando también se les exponía a un imitador del virus de la gripe. El sistema inmunitario de los ratones eliminó el virus con normalidad, pero la inflamación exagerada provocó mayores niveles de daño tisular.

«Las respuestas antivirales en los ratones expuestos al humo del cigarrillo no sólo no eran defectuosas, sino que eran hiperactivas», dijo Elias. «Estos resultados sugieren que los fumadores no tienen problemas porque no puedan eliminar o combatir el virus; tienen problemas porque reaccionan de forma exagerada ante él. Es como si los fumadores utilizaran el equivalente a un mazo, en lugar de un matamoscas, para deshacerse de una mosca».

El equipo descubrió que los ratones con infecciones víricas que habían sido expuestos al humo del cigarrillo presentaban un enfisema acelerado y cicatrices en las vías respiratorias. Elias y su equipo también definieron la vía de señalización que media en esta respuesta inmunitaria innata exagerada.

«Si las respuestas exageradas se verifican en estudios humanos, será la primera explicación de por qué las infecciones víricas son más graves en los fumadores», dijo Elias. «Una vez verificado, podremos encontrar formas de prevenir la destrucción del tejido pulmonar y el aumento de la enfermedad y la muerte entre los fumadores.»

«Estos estudios han identificado vías moleculares que pueden explicar cómo la exposición al humo del cigarrillo y las infecciones víricas interactúan para empeorar los problemas respiratorios en enfermedades como la EPOC», dijo James P. Kiley, director de la División de Enfermedades Pulmonares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. «Con nuevas investigaciones, estos hallazgos podrían incluso conducir a tratamientos farmacológicos más eficaces para la EPOC».

Otros autores del estudio fueron Chun Geun Lee, Jae-Young Lee, Charles S. Dela Cruz, Zhijian J. Chen y Richard Enelow.