Shuster, Larry D., M.D. | GalenMedical
Para esta prueba, el médico observa toda la longitud del colon y el recto con un colonoscopio, un tubo flexible del ancho de un dedo con una luz y una pequeña cámara de vídeo en el extremo. Se introduce a través del ano y en el recto y el colon. A través del colonoscopio se pueden pasar instrumentos especiales para hacer una biopsia (tomar una muestra) o extirpar cualquier zona de aspecto sospechoso, como pólipos, si es necesario.
Antes de la prueba: Asegúrese de que su médico conozca cualquier medicamento que esté tomando (incluyendo la aspirina diaria, vitaminas o suplementos). Es posible que tenga que cambiar la forma de tomarlos antes de la prueba.
El colon y el recto deben estar vacíos y limpios para que su médico pueda ver todo el revestimiento interior durante la prueba. Hay diferentes maneras de hacerlo, incluyendo píldoras, líquidos y enemas (o combinaciones de éstos). Por ejemplo, es posible que tenga que beber grandes cantidades de una solución líquida laxante la noche anterior al procedimiento. Esto suele suponer pasar mucho tiempo en el baño. Dado que el proceso de limpieza del colon y el recto es a veces desagradable, puede hacer que algunas personas no se sometan a esta prueba. Sin embargo, existen nuevos kits para limpiar el intestino que pueden ser mejor tolerados que los anteriores. Su proveedor de atención médica puede discutir las opciones con usted.
Su proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas. Es importante que las lea detenidamente con unos días de antelación, ya que es posible que tenga que seguir una dieta especial durante al menos un día antes de la prueba y comprar suministros y laxantes. Si no está seguro de alguna de las instrucciones, llame a la consulta del médico para que le resuelvan sus dudas.
Es probable que también le digan que no coma ni beba nada después de cierta hora la noche anterior a la prueba. Si normalmente toma medicamentos recetados por las mañanas, hable con su médico o enfermera sobre cómo manejarlos para ese día.
Debido a que se utiliza un sedante para ayudarle a estar más cómodo durante la prueba, lo más probable es que tenga que hacer arreglos para que alguien conocido le lleve a casa después de la prueba. Es posible que necesite que alguien le ayude a entrar en su casa si tiene sueño o está mareado, por lo que muchos centros que realizan colonoscopias no dan el alta a las personas para que vayan a casa en taxi o en un servicio de transporte compartido. Si el transporte puede ser un problema, hable con su proveedor de atención médica sobre la política de su hospital o centro quirúrgico para utilizar uno de estos servicios. Puede haber otros recursos disponibles para volver a casa, dependiendo de la situación.
Durante la prueba: La prueba en sí suele durar unos 30 minutos, pero puede durar más si se encuentran y extraen uno o más pólipos. Antes de que comience la prueba, es probable que se le administre un sedante (en una vena) para que se sienta relajado y adormecido durante el procedimiento. Para la mayoría de las personas, este medicamento hace que no puedan recordar el procedimiento después. Se despertará después de la prueba, pero es posible que no esté totalmente despierto hasta más tarde en el día.
Durante la prueba, se le pedirá que se acueste de lado con las rodillas levantadas. Un paño le cubrirá. Se le controlará la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria durante y después de la prueba.
El médico puede introducir un dedo enguantado en el recto para examinarlo antes de introducir el colonoscopio. El colonoscopio está lubricado para que pueda introducirse fácilmente en el recto. Una vez en el recto, el colonoscopio se pasa hasta el principio del colon, llamado ciego.
Si está despierto, puede sentir la necesidad de defecar cuando el colonoscopio se inserta o se empuja más arriba en el colon. El médico también introduce aire en el colon a través del colonoscopio para facilitar la visualización del revestimiento del colon y el uso de los instrumentos para realizar la prueba. Para aliviar cualquier molestia, puede ser útil respirar profunda y lentamente por la boca.
El médico observará las paredes internas del colon mientras retira lentamente el colonoscopio. Si se encuentra un pólipo pequeño, se puede extirpar y luego enviarlo al laboratorio para comprobar si tiene alguna zona que se haya transformado en cáncer. Esto se debe a que algunos pólipos pequeños pueden convertirse en cáncer con el tiempo.
Si su médico ve un pólipo o tumor más grande, o cualquier otra cosa anormal, se extraerá un pequeño trozo (biopsia) a través del colonoscopio. Se analizará en el laboratorio para ver si se trata de un cáncer, un tumor benigno (no canceroso) o cualquier otra cosa.
Posibles efectos secundarios y complicaciones: La preparación del intestino antes de la prueba puede ser desagradable.
La prueba en sí puede ser incómoda, pero el sedante suele ayudar con esto, y la mayoría de las personas se sienten de vuelta a la normalidad una vez que los efectos del sedante desaparecen. Debido a que se bombea aire en el colon y el recto durante la prueba, las personas a veces se sienten hinchadas, tienen dolores por gases o tienen calambres durante un tiempo después de la prueba hasta que el aire sale.
Algunas personas pueden tener la presión arterial baja o cambios en el ritmo cardíaco debido a la sedación durante la prueba, pero rara vez son graves.
Si se extirpa un pólipo o se realiza una biopsia durante la colonoscopia, es posible que note algo de sangre en las heces durante uno o dos días después de la prueba. Las hemorragias graves son infrecuentes, pero en raros casos, las hemorragias pueden requerir tratamiento o incluso poner en peligro la vida.
La colonoscopia es un procedimiento seguro, pero en raros casos el colonoscopio puede perforar la pared del colon o del recto. Esto se denomina perforación. Los síntomas pueden incluir un fuerte dolor abdominal (vientre), náuseas y vómitos. Esto puede ser una complicación importante (o incluso mortal), ya que puede provocar una infección abdominal (del vientre) grave. Es posible que haya que reparar el orificio con una intervención quirúrgica. Pregunte a su médico sobre el riesgo de esta complicación.
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