Por Francesca Bacardi

11 de octubre de 2018 | 12:43pm

Selena Gomez está en tratamiento por problemas de salud mental, pero la cantante de 26 años ha pasado por este camino antes.

La cantante de «Back to You» ha estado en rehabilitación numerosas veces a lo largo de los años y siempre ha sido honesta con los Selenators (su base de fans) sobre las luchas de salud con las que vive día a día.

2014: Rehabilitación por diagnóstico de lupus

En enero de 2014, Gomez completó en secreto una estancia de dos semanas en Meadows, un centro de rehabilitación en Arizona.

«Selena pasó voluntariamente un tiempo en Meadows pero no por abuso de sustancias», dijo el representante de Gomez a E! News en ese momento. Aunque en ese momento no estaba claro qué fue lo que la llevó a recibir ayuda, más tarde explicó que fue su nuevo diagnóstico de lupus y los tratamientos de quimioterapia los que la hicieron alejarse de los focos.

«Me diagnosticaron lupus y he pasado por quimioterapia. Eso es lo que realmente fue mi descanso. Podría haber tenido un derrame cerebral», dijo Gómez sobre su ruptura en un reportaje de la portada de Billboard.

Muchos asumieron que estaba relacionado con problemas de abuso de sustancias, a lo que ella dijo: «Tenía tantas ganas de decir: ‘No tenéis ni idea. Estoy en quimioterapia. Sois unos gilipollas’. Me encerré hasta que volví a sentirme segura y cómoda»

2016: Rehabilitación por ansiedad y depresión

Aunque volvió de la rehabilitación sintiéndose mejor que nunca, la ex estrella de Disney volvió a ingresar en otro centro de rehabilitación en Tennessee dos años después, en agosto de 2016, por ansiedad y depresión.

«Como muchos de vosotros sabéis, hace aproximadamente un año revelé que tengo lupus. He descubierto que la ansiedad, los ataques de pánico y la depresión pueden ser efectos secundarios del lupus, que pueden presentar sus propios desafíos», dijo la cantante en un comunicado al ingresar. «Quiero ser proactiva y centrarme en mantener mi salud y mi felicidad y he decidido que la mejor manera de avanzar es tomarme un tiempo de descanso».

El tratamiento de 90 días de Gomez en Tennessee se produjo en medio de su gira mundial Revival, lo que le hizo cancelar las fechas restantes de los conciertos. Mientras estuvo allí, Gomez tuvo que renunciar a su teléfono móvil y participó en terapias individuales, grupales y equinas.

«No tienes ni idea de lo increíble que se sintió al estar simplemente con seis chicas», admitió a Vogue en marzo de 2017. «Fue una de las cosas más difíciles que he hecho, pero fue lo mejor que he hecho»

Verano 2017: Trasplante de riñón

Solo unos meses después, en el verano de 2017, Gómez reveló que recibió un trasplante de riñón de su mejor amiga, Francia Raisa, debido a complicaciones del lupus. Aunque recibió el «regalo definitivo» de Raisa, no fue suficiente para mantener su salud mental.

Febrero de 2018: Tratamiento terapéutico

A principios de 2018, Gómez se registró en un tratamiento en un centro de lujo de Connecticut durante dos semanas. Allí, se concentró en terapia, alimentación saludable, así como meditación y pilates.

Aunque Gomez salió del centro en un lugar mejor, parecía que sus problemas estaban empezando a volver lentamente tras su separación de su novio de mucho tiempo Justin Bieber y su repentino compromiso con Hailey Baldwin. La cantante de «It Ain’t Me» empezó a regalar su ropa en Instagram y envió un extraño mensaje a Jennifer López en Instagram, que fue la gota que colmó el vaso antes de anunciar un parón en las redes sociales.

«Por mucho que agradezca la voz que nos dan las redes sociales a cada uno de nosotros, estoy igualmente agradecida de poder dar un paso atrás y vivir mi vida presente en el momento que se me ha dado», subtituló una foto de ella misma sonriendo en un espejo. «¡La amabilidad y los ánimos sólo son para un rato! Sólo recuerda: los comentarios negativos pueden herir los sentimientos de cualquiera. Obvi.»

Octubre de 2018: Hospitalización por salud mental

Apenas unas semanas después de abandonar las redes sociales, Gómez fue hospitalizada después de que se sintiera «abatida y emocional» por un bajo recuento de glóbulos blancos, lo que llevó a un familiar a trasladarla al Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles. Regresó a casa días después, pero volvió a ser ingresada la semana siguiente porque su recuento de glóbulos blancos no mejoró, lo que supuestamente la hizo entrar en una espiral.

Está buscando tratamiento en un centro psiquiátrico de la Costa Este, donde se está sometiendo a DBT, o terapia dialéctica conductual, que se centra en enseñar a los pacientes atención plena, patrones saludables de comunicación y comportamiento, regulación emocional y cómo responder mejor a los eventos negativos.