La apnea del sueño es una enfermedad grave, pero afortunadamente, las opciones de tratamiento como la terapia con aparatos orales pueden disminuir significativamente los síntomas y ayudar a los pacientes a vivir una vida plena y saludable. Pero, ¿se puede curar la apnea del sueño para siempre? ¿Es posible que una persona con apnea del sueño deje de tenerla?

Los fundamentos de la apnea del sueño

Para empezar, consideremos qué es realmente la apnea obstructiva del sueño (AOS).

Por definición, las pausas en la respiración durante el sueño que caracterizan esta afección están causadas por una obstrucción física en las vías respiratorias: una lengua agrandada, amígdalas o adenoides grandes, una paleta blanda flácida o incluso un tabique nasal desviado. Estas obstrucciones provocan un cese de la respiración, lo que hace que el cuerpo entre en modo de pánico y se despierte parcialmente para restablecer la respiración normal. En los casos más graves, estos episodios de apnea pueden producirse hasta 100 veces por hora!

¿Se puede curar la apnea del sueño de forma permanente?

Debido a que la apnea obstructiva del sueño es el resultado de características anatómicas, la cuestión de una «cura» permanente es complicada de responder.

La apnea del sueño puede tratarse con una máquina CPAP o con un aparato bucal. Un CPAP se lleva por la noche y funciona abriendo las vías respiratorias con presión de aire. La CPAP es eficaz para el tratamiento de la apnea del sueño, pero a muchos pacientes les resulta difícil o imposible de tolerar. El tratamiento con aparatos orales, que tiene un aspecto similar al de un protector bucal o un retenedor y proyecta la mandíbula hacia delante durante el sueño para abrir las vías respiratorias, es otro tratamiento eficaz que generalmente se considera más tolerable para los pacientes. Tanto la CPAP como los aparatos orales deben llevarse cada noche para conseguir los resultados deseados por el paciente. Sin embargo, con un uso constante, pueden reducir la puntuación del paciente en el índice de apnea e hipopnea (que mide el número de pausas en la respiración por hora) a menos de cinco, el número que los médicos consideran que significa una resolución completa de la apnea del sueño.

Hay cirugías para la apnea del sueño que pueden cambiar la anatomía de una persona, «curando» efectivamente la condición, al menos en teoría. Sin embargo, las tasas de éxito varían mucho y, en muchos casos, la afección reaparece, dejando a los pacientes decepcionados.

Los aparatos orales y la CPAP son la opción más fiable en general, pero para los casos complicados, los casos en los que ningún otro tratamiento ha funcionado, o a petición del paciente, la cirugía puede ser el camino a seguir.

Algunas opciones quirúrgicas para el tratamiento de la apnea del sueño incluyen:

• Uvulopalatofaringoplastia (UPPP): esta cirugía consiste en extirpar y/o reposicionar varios tejidos de la boca y la garganta para ampliar las vías respiratorias, como recortar el paladar blando y la úvula. Es la cirugía más común para la apnea del sueño; sin embargo, a menudo se combina con otras cirugías, como las amigdalectomías (para extirpar las amígdalas) y las adenoidectomías (para extirpar las adenoides, las glándulas del paladar).
• Septoplastia y reducción de cornetes: estas cirugías abren el conducto nasal para aumentar el flujo de aire.
• Avance del geniogloso: esta cirugía consiste en tirar de la base de la lengua hacia delante, para que toda la lengua sea más firme y tenga menos probabilidades de colapsar las vías respiratorias durante el sueño.

El papel de la pérdida de peso en el tratamiento de la apnea del sueño

La pérdida de peso puede ayudar a todos los pacientes con apnea obstructiva del sueño, independientemente del nivel de gravedad. En un estudio, una pérdida de peso del 10% predijo una disminución del 26% en el IAH (o índice de apnea-hipopnea, que mide la gravedad de la apnea del sueño). Las personas con sobrepeso son propensas a tener un exceso de tejido en la parte posterior de la garganta, lo que contribuye a la apnea obstructiva del sueño – y al perder ese peso, una persona puede alterar efectivamente su anatomía, haciendo que los síntomas se reduzcan drásticamente, aunque no eliminando la apnea del sueño por completo en la mayoría de los casos.

El reto para cualquier persona con apnea del sueño es que la condición puede hacer que la pérdida de peso sea particularmente difícil. No sólo hace que la persona que la padece esté cansada, causando razonablemente una falta de motivación para hacer ejercicio, sino que también se ha demostrado que afecta a los hábitos alimenticios. Cuando estamos privados de sueño, las hormonas que gestionan el apetito pueden fluctuar, haciendo que alguien necesite consumir más calorías que si estuviera bien descansado para sentirse satisfecho, lo que conduce a un aumento de peso. Esto crea un ciclo desafortunado en el que una persona se siente cansada, come más y gana peso continuamente, empeorando sus síntomas de apnea del sueño.

Así que, para salir de este ciclo, el primer paso para muchos pacientes es no sólo empezar un programa de dieta y ejercicio, sino también comenzar un tratamiento adecuado de la apnea del sueño para que tengan la energía y la voluntad de mantener hábitos nuevos y saludables.

El camino hacia la cura

La palabra «cura» tiende a evocar ideas de una resolución final de una condición, en la que la condición desaparece para siempre y nunca más vuelve. Este no es el caso de la apnea del sueño – para la mayoría, es una condición de por vida. La buena noticia es que un tratamiento constante puede reducir drásticamente los síntomas, ayudando a los pacientes a dormir mejor y a tener una vida más plena.

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