Sacando la cizaña de los baches

May 17, 2021
admin

El propósito de esta página es proporcionar a todas las personas un fácil acceso a los pasajes más relevantes y alentadores de las Escrituras para utilizar durante una meditación de comunión.
Si usted es un pastor o un líder en la iglesia que busca el versículo adecuado para compartir durante el período previo a la participación en la Cena del Señor, espero que pueda encontrar el tesoro perfecto para compartir.
Si cree que he omitido un pasaje apropiado, por favor menciónelo en los comentarios.
1 Corintios 11:23-26 (RVR)

Porque he recibido del Señor lo que también os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo que es para vosotros. Haced esto en memoria mía». Del mismo modo tomó también la copa, después de la cena, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza en mi sangre. Haced esto, todas las veces que la bebáis, en memoria mía». Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis la copa, proclamaréis la muerte del Señor hasta que venga.

Mateo 26:26-29 (RVR)

Mientras comían, Jesús tomó el pan y, después de bendecirlo, lo partió y lo dio a los discípulos, diciendo: «Tomad, comed; esto es mi cuerpo». Tomó también un cáliz y, después de dar gracias, se lo dio diciendo: «Bebed todos de él, porque ésta es mi sangre de la alianza, que se derrama por muchos para el perdón de los pecados. Os digo que no volveré a beber de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.»

Mark 14:22-25 (ESV)

Y mientras comían, tomó el pan, y después de bendecirlo lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Tomó también un cáliz y, después de dar gracias, se lo dio, y todos bebieron de él. Y les dijo: «Esto es mi sangre de la alianza, que se derrama por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.»

Lucas 22:17-20 (ESV)

Y tomando una copa, después de dar gracias, dijo: «Tomad y repartidla entre vosotros. Porque os digo que desde ahora no beberé del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.» Y tomando el pan, después de dar gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía». Y asimismo la copa, después de haber comido, diciendo: «Esta copa que se derrama por vosotros es la nueva alianza en mi sangre.

1 Corintios 10:16-17 (ESV)

La copa de bendición que bendecimos, ¿no es una participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es una participación en el cuerpo de Cristo? Porque hay un solo pan, nosotros, que somos muchos, somos un solo cuerpo, pues todos participamos del mismo pan.

Juan 6:47-51 (RVR)

En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo, para que uno coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que daré para la vida del mundo es mi carne».

Juan 6:53-58 (RVR)

Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él. Como el Padre vivo me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así el que se alimenta de mí, también vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron los padres y murieron. El que se alimenta de este pan vivirá para siempre».

Juan 6:26-27, 35 (ESV)

Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo que me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido hasta saciaros de los panes. No os afanéis por el alimento que perece, sino por el que perdura hasta la vida eterna, que os dará el Hijo del Hombre. Porque en él Dios Padre ha puesto su sello». …. Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.

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