Reducción de riesgos
La reducción de riesgos es una técnica de gestión de riesgos que implica la reducción de las consecuencias financieras de una pérdida. Esto abarca toda una gama de cosas, incluyendo la reducción de la gravedad de una pérdida, la reducción de su frecuencia, o hacer menos probable que ocurra en general.
Hay una serie de maneras en que una compañía de seguros puede practicar la reducción de riesgos. He aquí sólo tres de ellas:
La compañía de seguros puede exigir al propietario de una propiedad cubierta por robo y vandalismo que instale un mejor sistema de seguridad. Estas medidas preventivas servirán de advertencia a los posibles delincuentes y disminuirán la probabilidad de que se produzca un siniestro. Esto reduce la probabilidad de que la compañía de seguros tenga que pagar por las pérdidas.
Si un cliente está cubierto contra incendios, su aseguradora también puede sugerir que se sustituyan los materiales que ya no son ignífugos o que se instalen rociadores y detectores de humo en el local. Estas medidas no evitarán necesariamente que se produzca un incendio, pero contribuirán en gran medida a reducir las pérdidas económicas causadas por el mismo.
La compañía de seguros también puede pedir al empresario cuya empresa cubre que mejore las normas de seguridad en su lugar de trabajo o en sus obras. Las medidas de seguridad que evitan que los empleados sufran una lesión grave ahorrarán a la aseguradora las pérdidas económicas ocasionadas por la cobertura de responsabilidad civil.
Las compañías de seguros están muy motivadas para animar e incentivar a sus clientes a que apliquen prácticas de reducción de riesgos, ya que la tramitación de los siniestros conlleva unos costes elevados. Además de pagar por los siniestros de propiedad o de responsabilidad civil, incluso la tramitación e investigación de los siniestros puede ser un asunto caro.