Recuento por centelleo líquido
Las muestras se disuelven o suspenden en un «cóctel» que contiene un disolvente (históricamente orgánicos aromáticos como el xileno o el tolueno, pero últimamente se utilizan disolventes menos peligrosos), normalmente algún tipo de tensioactivo, y pequeñas cantidades de otros aditivos conocidos como «fluorescentes» o centelleadores. Los centelleadores pueden dividirse en fósforos primarios y secundarios, que difieren en sus propiedades de luminiscencia.
Las partículas beta emitidas por la muestra isotópica transfieren energía a las moléculas del disolvente: la nube π del anillo aromático absorbe la energía de la partícula emitida. Las moléculas de disolvente energizadas suelen transferir la energía capturada de un lado a otro con otras moléculas de disolvente hasta que la energía se transfiere finalmente a un centelleador primario. El fósforo primario emitirá fotones tras la absorción de la energía transferida. Debido a que esa emisión de luz puede ser a una longitud de onda que no permite una detección eficiente, muchos cócteles contienen fósforos secundarios que absorben la energía de fluorescencia del fósforo primario y vuelven a emitir a una longitud de onda más larga.
Las muestras radiactivas y el cóctel se colocan en pequeños viales transparentes o translúcidos (a menudo de vidrio o plástico) que se cargan en un instrumento conocido como contador de centelleo líquido. Los aparatos más nuevos pueden utilizar placas de 96 pocillos con filtros individuales en cada pocillo. Muchos contadores tienen dos tubos fotomultiplicadores conectados en un circuito de coincidencia. El circuito de coincidencia asegura que se cuenten los pulsos de luz genuinos, que llegan a ambos tubos fotomultiplicadores, mientras que los pulsos espurios (debidos al ruido de la línea, por ejemplo), que sólo afectarían a uno de los tubos, se ignoran.
Las eficiencias de recuento en condiciones ideales van desde aproximadamente el 30% para el tritio (un emisor beta de baja energía) hasta casi el 100% para el fósforo-32, un emisor beta de alta energía. Algunos compuestos químicos (especialmente los compuestos de cloro) y las muestras muy coloreadas pueden interferir en el proceso de recuento. Esta interferencia, conocida como «quenching», puede superarse mediante la corrección de datos o la preparación cuidadosa de la muestra.
Los emisores beta de alta energía, como el fósforo-32, también pueden contarse en un contador de centelleo sin el cóctel, utilizando en su lugar una solución acuosa. Esta técnica, conocida como recuento Cherenkov, se basa en que la radiación Cherenkov es detectada directamente por los tubos fotomultiplicadores. El recuento de Cherenkov en este contexto experimental se utiliza normalmente para mediciones rápidas y aproximadas, ya que la geometría de la muestra puede crear variaciones en la salida.