Quiste radicular del maxilar anterior: Una visión del quiste inflamatorio más común de los maxilares Koju S, Chaurasia NK, Marla V, Niroula D, Poudel P – J Dent Res Rev

May 30, 2021
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CASE REPORT

Año : 2019 | Volumen : 6 | Número : 1 | Página : 26-29

Quiste radicular del maxilar anterior: Una visión del quiste inflamatorio más común de los maxilares
Sushmit Koju1, Nitesh Kumar Chaurasia2, Vinay Marla3, Deepa Niroula1, Pratibha Poudel4
1 Departamento de Medicina Oral y Radiología, Hospital Dhulikhel, Nepal
2 Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial, Hospital Dhulikhel, Nepal
3 Departamento de Patología Oral, Penang International Dental College, Malasia
4 Departamento de Patología Oral, Hospital Dhulikhel, Nepal

Fecha de publicación en la web 23-Abr-2019

Dirección de correspondencia:
Sushmit Koju
Departamento de Medicina Oral y Radiología, Dhulikhel Hospital, Dhulikhel-45210, Kavre
Nepal
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Fuente de apoyo: Ninguna, Conflicto de intereses: Ninguno

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DOI: 10.4103/jdrr.jdrr_64_18

Derechos y permisos

Resumen

Se cree que el quiste radicular deriva de los restos celulares epiteliales de Malassez. El diente asociado no es vital, suele ser asintomático y puede dar lugar a hinchazón, sensibilidad, movilidad del diente u otros problemas con la rara posibilidad de transformación neoplásica de su revestimiento epitelial. Las opciones de tratamiento incluyen el procedimiento endodóntico, la extracción del diente infractor, la enucleación con cierre primario y la marsupialización. El presente informe describe el caso de un quiste radicular de la región maxilar anterior en un paciente varón de 31 años, con una descripción detallada de las características clínicas, radiográficas, histopatológicas, la patogénesis y su tratamiento quirúrgico.

Palabras clave: Enucleación, maxilar, patogénesis, quiste radicular

Cómo citar este artículo:
Koju S, Chaurasia NK, Marla V, Niroula D, Poudel P. Quiste radicular del maxilar anterior: Una visión del quiste inflamatorio más común de los maxilares. J Dent Res Rev 2019;6:26-9

Cómo citar esta URL:
Koju S, Chaurasia NK, Marla V, Niroula D, Poudel P. Quiste radicular del maxilar anterior: Una visión del quiste inflamatorio más común de los maxilares. J Dent Res Rev 2019 ;6:26-9. Disponible en: https://www.jdrr.org/text.asp?2019/6/1/26/256809

Introducción Top

El quiste radicular es el quiste inflamatorio más común de la mandíbula que es de origen odontogénico. Se cree que el quiste se origina a partir de los restos de células epiteliales de Malassez. Suele estar asociado a un diente con pulpa necrosada. La lesión se observa sobre todo en los varones durante la tercera y quinta décadas de la vida. El tratamiento del quiste radicular depende del tamaño de la lesión y puede tratarse con una simple terapia convencional o puede requerir una intervención quirúrgica. El presente informe trata de la revisión bibliográfica de todos los aspectos del quiste radicular con énfasis en su patogénesis.

Informe de un caso Top

Un paciente varón de 31 años se presentó en el Departamento de Medicina Oral y Radiología, con la queja principal de decoloración del diente frontal superior durante 4 años. El paciente recordaba una historia de traumatismos en el diente afectado 4 años atrás. Aunque el diente era asintomático, empezó a desarrollar una decoloración negruzca. Se realizó un tratamiento endodóntico 3 meses atrás; sin embargo, no consiguió rehabilitar el diente con una corona protésica. Su historia médica anterior no aportaba nada.
El examen intraoral reveló una decoloración en relación con el diente número 11 con un periodoncio de aspecto clínicamente sano. El diente 11 no mostraba signos de movilidad y no era sensible a la presión ni a la percusión. Se aconsejó a la paciente que se sometiera a una radiografía periapical intraoral, una oclusal anterior y una radiografía panorámica para su evaluación radiológica.
Las radiografías revelaron una radiolucencia horizontal bien definida en el tercio incisal de la corona con una altura general reducida de la corona, lo que sugería una atrición. Había una radiopacidad homogénea que abarcaba toda la cámara pulpar y el conducto, lo que sugería un tratamiento endodóntico previo. La parte radicular y el ligamento periodontal (PDL) parecían radiográficamente normales. La lámina dura estaba obliterada en el tercio apical de la raíz. Había una radiolucencia bien definida en la región periapical con respecto al 11 de un tamaño aproximado de 1,25 cm × 1 cm con margen cortical; su epicentro se encontraba 5 mm apical al ápice radicular. No había evidencia de reabsorción/desplazamiento radicular del diente adyacente. Los hallazgos radiográficos eran sugestivos de un quiste periapical.

Figura 1: Radiografía periapical intraoral y radiografía oclusal anterior maxilar que muestra la lesión
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La enucleación quirúrgica se realizó bajo anestesia local después de obtener un consentimiento informado del paciente. El lugar de la operación se anestesió con lignocaína al 2% que contenía 1:100.000 de adrenalina. Se realizó una incisión sulcular desde la región del 13 al 21. A continuación, se practicó una incisión vertical mesial al 13 y distal al 21, y se levantó un colgajo mucoperióstico trapezoidal. El hueso delgado suprayacente se retiró con una fresa bajo una abundante irrigación para exponer la masa quística. Durante el procedimiento, se descubrió que el quiste estaba infectado con la evidencia de la descarga de pus del quiste. Se enucleó el quiste y se realizó un legrado completo. El colgajo se cerró con sutura de seda 3-0 y la muestra se envió para su examen histopatológico.

Figura 2: Procedimientos intra y postoperatorios
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El examen histopatológico reveló una cavidad quística revestida por epitelio escamoso estratificado no queratinizado dispuesto en forma de arco, intercalado con una intensa infiltración celular inflamatoria compuesta principalmente por linfocitos y células plasmáticas. También se observaron cuerpos de Russel en algunos lugares. Los resultados histopatológicos confirmaron el diagnóstico de quiste radicular.

Figura 3: Imagen histopatológica (a) epitelio escamoso no queratinizado con patrón arqueado (×10) (b) flechas rojas que muestran los cuerpos de Russell (×100)
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Discusión Top

Los quistes periapicales son quistes maxilares inflamatorios que aparecen en los ápices de los dientes infectados con pulpas necróticas. En función de la apertura o conexión del conducto radicular con la cavidad revestida de epitelio, los quistes periapicales se clasificaron en quiste de bahía o quiste apical. La cavidad quística con revestimiento epitelial abierta al conducto radicular se considera un quiste de bayo, que en la actualidad se denomina «quiste de bolsa periapical» debido a sus similitudes con la bolsa periodontal marginal, mientras que una cavidad quística con epitelización completa pero sin apertura hacia el foramen apical y el conducto radicular se considera un quiste apical. En la actualidad, se denomina quiste radicular/quiste verdadero. A veces, el quiste puede aparecer en la cara lateral de la raíz cuando la lesión está asociada a conductos radiculares accesorios laterales. Entre todos los quistes maxilares, los quistes radiculares representan alrededor del 52%-68%.
Afecta tanto a la dentición primaria como a la permanente con un rango del 0,5%-3,3%. Son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, con una proporción de 1,6:1. Las mujeres están más preocupadas por sus dientes, lo que podría ser una razón para la menor frecuencia de la lesión en las mujeres.
El maxilar anterior es más común en comparación con la mandíbula. La afectación del maxilar anterior puede deberse a traumatismos, caries y restauraciones antiguas de silicato en los dientes anteriores. En nuestro caso, el traumatismo fue la causa del desarrollo de la lesión. Hay varias opiniones que explican la formación de este quiste. Torabinejad (1983) describió la patogénesis del quiste radicular según la «teoría de la descomposición/deficiencia nutricional» y la «teoría de la cavidad del absceso». La teoría de la «descomposición» sugiere que, tras la provocación, las células epiteliales siguen proliferando, tras lo cual las células centrales se ven privadas de la nutrición del tejido conectivo circundante y sufren una necrosis licuefactiva, lo que conduce al desarrollo de un quiste microscópico. Según la teoría de la «cavidad del absceso», las células epiteliales proliferan y recubren una cavidad preexistente (absceso) debido a su tendencia inherente a cubrir las superficies de tejido conectivo expuestas. Esta teoría también fue apoyada por Mcconnell. Otra hipótesis sugería que la formación del quiste se debía a un resultado directo de la proliferación epitelial alrededor de un espacio causado por la actividad proteolítica que se produce en el tejido conectivo. Sin embargo, la teoría más aceptada es la de la ruptura epitelial, como también apoyan los artículos anteriores., La patogénesis de los quistes radiculares puede describirse además bajo tres fases distintas, a saber, la fase de iniciación, la fase de formación del quiste y la fase de ampliación .

Figura 4: Patogénesis del quiste radicular (a) diente cariado que muestra una infección periapical (b) fase de iniciación (c) fase de proliferación (d) fase de formación del quiste (e) diente no vital con un quiste radicular
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Inicialmente, los restos celulares epiteliales de Malassez en la LDP son estimulados para proliferar como resultado de un traumatismo o una infección b. A continuación, se forma una cavidad por la necrosis licuefactiva del epitelio odontogénico c. La tercera fase (ampliación) ha sido objeto de considerables trabajos experimentales d. Los estudios realizados en el pasado han aportado pruebas de la hipótesis de que la ósmosis desempeña un papel en el agrandamiento del quiste. Los productos líticos de las células epiteliales e inflamatorias contribuyen al cambio de la presión osmótica en diferentes zonas, lo que conduce al aumento del tamaño de los quistes. El tamaño de un quiste radicular puede oscilar, por término medio, entre 0,5 y 1,5 cm. Un caso poco frecuente informó de una lesión radiolúcida intraósea de 5 cm × 3,5 cm diagnosticada como quiste radicular.
La diferente fase de la patogénesis del quiste radicular también puede describirse en relación con las diferentes interacciones moleculares. La fase de inicio se ha relacionado con el papel de diversas citocinas y quimiocinas b. La infección de la caries se extiende a la zona periapical, donde las endotoxinas bacterianas desencadenan la multiplicación de los restos celulares epiteliales. Como resultado, se produce un proceso inflamatorio que da lugar a la liberación de citocinas,
Las quimiocinas como la regulada tras la activación, la expresada por las células T normales y la secretada, la proteína inducida por el interferón gamma y la proteína quimioatrayente de monocitos se encuentran con frecuencia en los quistes radiculares y se cree que tienen un papel en la patogénesis de la formación del quiste. Además, se ha identificado la secreción del factor de crecimiento endotelial vascular (un factor de crecimiento angiogénico), que parece aumentar la permeabilidad vascular, lo que conduce a la expansión del quiste. En el quiste radicular se han expresado factores de resorción ósea como el ligando del receptor activador del factor nuclear kappa-B y las osteoprotegerinas, que podrían tener un papel en la facilitación de la expansión quística. La resorción ósea osteoclástica puede verse incrementada por una amplia gama de moléculas biológicamente activas.
Clinicamente, los dientes afectados por el quiste radicular son asintomáticos. El quiste radicular puede presentarse como una inflamación de la mandíbula y puede asociarse a dolor/aflojamiento del diente. También se ha observado reabsorción radicular del diente afectado y desplazamiento de los dientes adyacentes.

El líquido quístico desempeña un papel importante en el diagnóstico de los quistes odontogénicos. El contenido quístico puede variar desde un líquido claro de color amarillo hasta un bulto sólido con forma de queso. El contenido total de proteínas suele estar entre 5 y 11 g/100 ml. Esto es mayor en comparación con el contenido proteico de otros quistes odontogénicos como el queratocisto odontogénico y el quiste dentígero. Se ha observado que la concentración de globulina (tanto α1 como β) es mayor que la observada en otros quistes odontogénicos.
Histológicamente, la cavidad quística está revestida por un epitelio escamoso estratificado no queratinizado, que puede ser discontinuo, especialmente en zonas de intensa infiltración celular inflamatoria. En los primeros estadios, las células del revestimiento epitelial pueden ser proliferativas y mostrar un patrón arqueado con un intenso infiltrado inflamatorio crónico. En raras ocasiones, pueden observarse células productoras de mucosa dentro del revestimiento epitelial. Se cree que la presencia de estas células mucosas se debe a la transformación metaplásica de las células escamosas. Este hallazgo particular se observó también en el caso actual. La pared de tejido conectivo subyacente suele ser madura y colágena y está infiltrada por células inflamatorias crónicas; predominantemente compuestas por linfocitos y células plasmáticas. El lumen del quiste suele contener un líquido con una concentración variable de proteínas y puede contener una gran cantidad de colesterol. En raras ocasiones, también pueden encontrarse cantidades limitadas de queratina.
Ocasionalmente se observan cuerpos de Rushton (hialinos), que se describen como productos cuticulares o similares a la queratina del epitelio odontogénico. Se forman como resultado del atrapamiento de los vasos sanguíneos dentro del epitelio, lo que provoca una trombosis vascular. Otra hipótesis sugiere que son secreciones de células epiteliales estimuladas que posteriormente sufren una calcificación. También puede formarse debido a la degeneración elastótica o como producto de la reacción celular al suero extravasado.
Los cristales de colesterol en las secciones de parafina son disueltos por los disolventes grasos durante el procesamiento del tejido, dejando una hendidura en forma de aguja conocida como «hendiduras de colesterol» dentro del estroma capsular.
La hendidura de colesterol se forma en realidad como resultado de la degeneración y desintegración de las células epiteliales, que posteriormente se acumulan en el estroma. Sin embargo, otra escuela de pensamiento sugiere que el colesterol se deriva de los lípidos plasmáticos circulantes. Por último, según Browne RM, la principal fuente de cristales de colesterol son los productos de desintegración de la hemólisis.

Otra característica, que se encuentra habitualmente en la histopatología de los quistes radiculares, se describe como cuerpos de Russell. Inicialmente, se pensó que los cuerpos de Russel eran células plasmáticas degeneradas que persistían en el estroma. Más tarde, Jordan y Speidel sugirieron que estos cuerpos no eran más que hemocitoblastos que no habían sufrido una transformación normal. Además, Michaels sugirió que en realidad se trataba de glóbulos rojos, que habían sido engullidos por las células plasmáticas.
El tratamiento del quiste radicular depende del tamaño y la localización de la lesión. Puede tratarse con terapia endodóntica, extracción, procedimiento quirúrgico como la enucleación y marsupialización. En nuestro caso, el tratamiento de elección fue la enucleación quirúrgica y el legrado. Una de las complicaciones asociadas a un mal pronóstico del quiste radicular es la aparición de una transformación maligna de las células epiteliales de revestimiento. Un informe en la literatura describe la formación de proliferaciones similares a tumores escamosos odontogénicos dentro del revestimiento de los quistes radiculares.
Estas ocurrencias se han observado en alrededor del 3,4% de los casos estudiados. El quiste radicular de la región maxilar fue el sitio más común que mostró dicha transformación. Por lo tanto, el tratamiento de los quistes radiculares debe ser rápido para evitar cualquier complicación potencial.

Conclusión Top

El quiste radicular es una de las lesiones comunes encontradas en la práctica dental. La patogénesis de la formación de quistes es un proceso complejo en el que interviene una amplia gama de moléculas biológicamente activas y sus interacciones. En este artículo, hemos intentado ilustrar la patogénesis de la formación de quistes y también las diversas características clínicas y de diagnóstico. Dado que existen posibilidades de transformación neoplásica dentro del revestimiento epitelial de un quiste radicular, se recomienda un tratamiento adecuado y un seguimiento a largo plazo.
Declaración de consentimiento del paciente
Los autores certifican que han obtenido todos los formularios de consentimiento del paciente adecuados. En el formulario, la paciente ha dado su consentimiento para que sus imágenes y otra información clínica sean reportadas en la revista. La paciente entiende que el nombre y las iniciales no se publicarán y que se harán los debidos esfuerzos para ocultar la identidad, pero no se puede garantizar el anonimato.
Apoyo financiero y patrocinio

Nulo.
Conflictos de intereses
No hay conflictos de intereses.

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Figuras

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Este artículo ha sido citado por
1 Manejo de quiste radicular en molar deciduo: A case report
Manjaree Talukdar,Abhinav Kumar,Shachi Goenka,Monica Mahajani,MilindPrabhakar Ambhore,VivekDilip Tattu
Journal of Family Medicine and Primary Care. 2020; 9(2): 1222
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