Está el aceite de pescado, que suele tomarse con la esperanza de prevenir las enfermedades cardíacas y el deterioro cognitivo. Los suplementos contienen dos ácidos grasos omega-3 clave, importantes para la función cerebral y la prevención de la inflamación, un factor importante en las enfermedades del corazón. Empecé a tomar suplementos de aceite de pescado hace muchos años con la esperanza de contrarrestar los efectos de un nivel de colesterol creciente.

Sin embargo, un estudio de 2013 de más de 12.000 pacientes con alto riesgo de sufrir un ataque al corazón no encontró ninguna protección de los suplementos de aceite de pescado. Y otro importante estudio realizado ese mismo año relacionó los suplementos de aceite de pescado con un mayor riesgo de cáncer de próstata, especialmente una forma agresiva de la enfermedad, lo que sugiere que los hombres podrían obtener mejor estos ácidos grasos a partir de una o dos raciones a la semana de un pescado azul.

El magnesio, un mineral importante para la función muscular, es otro suplemento que está creciendo en popularidad. Las personas que toman habitualmente medicamentos supresores de la acidez y las que padecen enfermedades renales o la enfermedad de Crohn pueden desarrollar una deficiencia de magnesio, que puede detectarse con un análisis de sangre. Las mejores fuentes de este mineral siguen siendo alimentos como las espinacas, los frutos secos, las legumbres y los cereales integrales.

Sin embargo, los estudios no han corroborado las afirmaciones de que los suplementos de magnesio puedan prevenir los calambres musculares y, especialmente, los calambres nocturnos en las piernas, aunque parece que nos han ayudado a mí y a un amigo mío. También los encuentro útiles para contrarrestar un problema crónico de estreñimiento.

Pero para algunas personas, los suplementos de magnesio no están exentos de riesgos. En dosis superiores a unos 250 miligramos, pueden causar diarrea y pueden interferir con ciertos medicamentos, incluidos los antibióticos y los diuréticos. Se aconseja a las personas con una enfermedad crónica que consulten a sus médicos antes de invertir en un suplemento de magnesio.

Otro suplemento muy promocionado es la cúrcuma, un condimento popular en la cocina india y agente utilizado en la medicina tradicional china y ayurvédica. Una amiga cree que una dosis diaria de cúrcuma le ayudó a aliviar la fascitis plantar persistente, permitiéndole volver a correr y jugar al tenis. Los estudios en animales sugieren que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas, aunque el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa afirma que se han realizado muy pocos estudios en humanos para confirmar o refutar cualquier supuesto beneficio médico.

El jurado también está deliberando sobre la glucosamina/condroitina. A pesar de los numerosos testimonios sobre la capacidad de estos suplementos para aliviar el dolor artrítico, el mayor ensayo clínico controlado no encontró ningún beneficio más allá del placebo.