Qué es el derecho tecnológico y por qué debes estudiarlo?

Jun 19, 2021
admin

¿Qué es el derecho tecnológico?

El auge de la tecnología aporta enormes beneficios a las empresas, los consumidores, los emprendedores y prácticamente a cualquiera que tenga un mensaje que quiera compartir con el mundo. Pero también crea una serie de problemas y dilemas éticos totalmente nuevos. Por ejemplo, las nuevas tecnologías nos permiten organizar nuestras finanzas mientras estamos sentados en la cafetería de una estación de tren o enviar fotos de las vacaciones al otro lado del mundo a nuestros amigos y familiares en casa. Sin embargo, con tanta información flotando en el espacio digital, nos volvemos automáticamente más vulnerables a los piratas informáticos, a los posibles estafadores o a la negligencia comercial. Aquí es donde entra en juego el derecho tecnológico. Aunque su ámbito de aplicación se amplía constantemente, el derecho tecnológico se ocupa principalmente de crear el marco para la recopilación, el almacenamiento, la difusión y los usos de la información en el espacio digital.

El derecho tecnológico también se centra en los derechos de propiedad intelectual, una compleja rama del sistema jurídico que se ocupa de las disputas sobre quién es «dueño» de la «propiedad» intangible, como las obras creativas, las patentes, los derechos de autor y los secretos comerciales. El derecho tecnológico ayuda a proteger a los creativos que conciben estas ideas y también garantiza los derechos relativos a la distribución de su obra. Por ejemplo, un autor puede firmar un contrato para escribir una serie de novelas de tapa dura, pero ¿qué pasa si el editor decide luego publicarlas en forma de libro electrónico? ¿O contratar a un actor famoso para que sea la voz de un audiolibro? Los derechos electrónicos garantizan que todas las partes comprendan cómo se distribuirá (o podría distribuirse) una obra creativa y qué porcentaje de los derechos va directamente a su creador.

El tercer punto principal del derecho tecnológico es la concesión de licencias de software. Para muchas empresas grandes y pequeñas, los programas informáticos son una parte fundamental para mantener sus servicios y satisfacer a los clientes. Pero a medida que la tecnología evoluciona, también lo hace el software. Esto obliga a las empresas a actualizar sus programas existentes o a buscar alternativas costosas que inevitablemente interrumpen sus actividades comerciales. Posteriormente, el suministro de nuevos programas informáticos a las empresas supone grandes beneficios, pero también crea la posibilidad de explotación. Una vez más, aquí es donde el derecho tecnológico interviene para garantizar un mercado justo pero competitivo que beneficie a todas las partes. Lo hace regulando cualquier cuestión relacionada con la instalación del software, la resolución de problemas y las garantías.

Proteger a las personas del futuro

El derecho tecnológico no va a ir a ninguna parte pronto. De hecho, será cada vez más importante a medida que surjan nuevas tecnologías. Y no sólo se centrará en cuestiones técnicas como el almacenamiento de datos, los derechos de propiedad o los tecnicismos de los acuerdos de licencia. Por el contrario, va a tener que abordar algunas cuestiones bastante importantes, cuestiones que podrían tener un profundo impacto en casi todos los aspectos de nuestras vidas.

Donald Trump introdujo el término «fake news» en el vocabulario durante su campaña presidencial de 2016. Y aunque no había nada especialmente original en señalar la parcialidad de los medios de comunicación, la posterior fascinación por las «fake news» reveló cómo una gran parte del público ya no confía en las fuentes de los medios de comunicación convencionales. Pero, ¿qué sucede cuando ya no podemos distinguir entre lo que es falso y lo que es real? Bueno, puede que lo descubramos antes de lo que nos gustaría. Hace unos meses, un desarrollador de software anónimo diseñó un programa de audio de red neuronal de IA que imitaba la voz del Dr. Jordan Peterson, un profesor de psicología canadiense que escribe y habla sobre cuestiones de libertad de expresión y el estado del mundo académico actual. El programa de «falsificación profunda» permitía a los usuarios hacer que Peterson dijera lo que quisieran, con preocupantes consecuencias. Aunque todavía es posible distinguir la diferencia entre el verdadero y el falso Peterson, las similitudes son asombrosas. Además, este tipo de tecnologías aún están en pañales, y ¿quién sabe a dónde nos pueden llevar? Si la tecnología de «falsificación profunda» se vuelve indistinguible de la real, entonces quien controle la tecnología podría ejercer una enorme (y aterradora) cantidad de poder.

Preocupaciones similares plantearon el creador de PayPal, Elon Musk, y el filósofo Sam Harris. En una serie de entrevistas y apariciones en podcasts, ambos han advertido sobre los peligros de delegar demasiada responsabilidad a la inteligencia artificial y el impacto de la automatización en los mercados laborales no cualificados y semicualificados. Predecir el futuro siempre ha sido extremadamente difícil, pero las tecnologías emergentes lo han hecho prácticamente imposible. Aun así, sea lo que sea lo que nos depare el futuro, es probable que el derecho tecnológico desempeñe un papel vital a la hora de regular cómo podemos utilizar las tecnologías de próxima generación, o incluso podemos utilizarlas en absoluto.

Estudiar derecho tecnológico

El derecho tecnológico es un campo relativamente nuevo, pero existe una amplia gama de programas de posgrado que te ayudarán a adentrarte en este apasionante campo legal. Los requisitos de acceso suelen incluir una licenciatura de segunda clase superior en derecho, aunque muchas universidades aceptan solicitudes de estudiantes especializados en ciencias sociales. Al igual que la mayoría de los cursos de postgrado, los programas de derecho tecnológico tardan uno o dos años en completarse y se dividen entre módulos básicos y clases opcionales que te permiten centrarte en tus áreas de interés específicas. Los módulos básicos incluyen el derecho del comercio electrónico, los retos jurídicos de las tecnologías de la información y el derecho internacional y europeo de los medios de comunicación. También puedes estudiar temas como la negligencia médica, la ciberdelincuencia, la legislación sobre patentes e incluso el derecho espacial. Pero si es la primera vez que estudias derecho, prepárate para leer mucho. El derecho es una materia académica que implica conceptos abstractos con innumerables oportunidades de contradicciones internas, revisiones y refutaciones. Esto requiere estudiantes con una gran capacidad de análisis y un enfoque metódico con un ojo excepcional para los detalles. Pero también tendrá que presentar sus ideas, lo que significa que tendrá que sentirse cómodo hablando y defendiendo sus ideas delante de otras personas. Este tipo de cosas no son naturales para muchos de nosotros, especialmente para los que son más introvertidos. Sin embargo, como casi todo, hablar en público es una habilidad que cualquiera puede aprender. Así que ponte a practicar. Incluso puedes tomar clases de oratoria para obtener algunos consejos adicionales sobre cómo captar y mantener la atención de una audiencia.

Perspectivas profesionales

Hay muchas oportunidades profesionales para cualquier persona con un título en derecho tecnológico. Una de las vías más tradicionales es conseguir un puesto en un despacho privado especializado en derecho tecnológico. En este caso, guiarás y representarás a los clientes, ayudándoles a buscar soluciones a sus problemas digitales. Este papel variado e interesante podría implicar el asesoramiento a las empresas sobre la nueva legislación, asegurándose de que cumplen con ella en todo momento. También puede que te encuentres apoyándoles en una disputa legal o incluso representando sus intereses en un tribunal.

Otros graduados pasan a trabajar en organizaciones benéficas, gubernamentales o en los organismos reguladores que redactan las normas del espacio digital. La banca es otra opción profesional muy popular entre los abogados especializados en tecnología. Desde el crack de 2008 y las revelaciones sobre algunas prácticas bastante dudosas, los bancos y otras instituciones financieras están sometidos a una enorme presión para proteger los intereses y la información personal de sus clientes. Cada banco y compañía de seguros tiene su propio departamento interno de cumplimiento y riesgos, que consulta o emplea a personas con una sólida formación en derecho tecnológico.

CSOonline informa de que los hackeos y robos de datos, posibilitados por una seguridad insuficiente, encubrimientos o errores evitables, han costado a las empresas la friolera de 1.230 millones de dólares y subiendo. Dado lo mucho que está en juego para las empresas, éstas están más que dispuestas a pagar altos salarios a las personas adecuadas en el campo del derecho tecnológico.

Estudiar derecho tecnológico es una gran opción para cualquiera que busque construir una carrera interesante, variada y bien remunerada. Además, es una de las áreas de la profesión jurídica que más crece y está llamada a desempeñar un papel fundamental en lo que será el futuro. Así que si quieres dar tu opinión, inscríbete en un programa antes de que comience el próximo curso académico…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.