El mes pasado me centré en el amor propio, y en cómo el conocimiento de uno mismo lleva a la autoliberación. Este mes me gustaría compartir mis puntos de vista sobre el amor familiar.

Cuando estaba en el jardín de infancia, recuerdo un libro verde que contenía historias cortas sobre una familia. La familia estaba compuesta por un padre, una madre, un hermano, una hermana, un bebé y un perro llamado «Tagpi». El padre mantenía. La madre cuidaba de los niños. El hermano mayor ayudaba al padre a proteger a la familia. La hermana ayudaba a la madre. El bebé era el centro de las delicias. Aunque la dinámica de nuestra familia hoy en día puede variar, sigue planteando la pregunta: ¿Significa el «amor familiar» el papel que desempeñamos en nuestra familia? ¿Está también determinado por lo bien que desempeñamos este papel?

Recuerdo la historia de un amigo de la familia, que como primogénito lo daba todo a sus hermanos. Trataba a su propia esposa e hijos como algo secundario en importancia. ¿El amor familiar consiste en sacrificarse por la mejora de todos los miembros?

En el otro lado del espectro, también vemos situaciones en las que un hermano se siente con derecho a todo lo que sus padres le proporcionan. ¿El amor familiar consiste en la cantidad de apoyo económico que nuestra familia puede darnos?

¿Por qué es importante descubrir qué es el amor familiar para nosotros? En primer lugar, nuestra principal experiencia como ser social es con nuestra familia.

Es nuestra primera provisión de seguridad. Influye enormemente en nuestra visión del amor y de las relaciones. Saber qué es el amor familiar para nosotros puede ser un buen punto de partida para encontrar la pareja adecuada para la vida.

Segundo, cuando tenemos nuestra propia familia, los puntos de vista de nuestros hijos sobre el amor familiar pueden ser diferentes a los nuestros. De ahí que los niveles de afinidad varíen de un padre a un hijo concreto o entre hermanos. Conocer el punto de vista de cada uno puede ayudarnos a fomentar las buenas relaciones e incluso a formar nuestra visión de la familia.

¿Cuál es mi propia visión del amor familiar? Veo el amor familiar como un refugio seguro de amor incondicional, donde todos se ayudan mutuamente a vivir una vida feliz y plena. ¿Cómo y cuándo me formé firmemente esta opinión? En realidad me la formé cuando ya estaba casada. Mi propia familia había sufrido una gran división en 2010. Cuando las familias se dividen, siempre piensas que no le ocurrirá a la tuya.

Pero cuando ocurre, me doy cuenta de que cada miembro de la familia se lo toma de forma diferente. En mi caso, hubo muchos «porqués» y «cómos». Con el tiempo me di cuenta de que cada miembro de mi familia tenía puntos de vista totalmente diferentes sobre lo que constituye una familia. En el pasado nunca lo profesamos individualmente.

Hoy estoy en un viaje continuo para conocer lo que es el amor familiar para cada uno de nosotros en la familia. Tanto mi marido como yo sacamos nuestros pensamientos de nuestras propias experiencias de nuestra familia y parientes. Mostramos nuestro amor familiar en nuestras acciones diarias, pero creo que también es bueno ponerlo en palabras. Creo que nuestras palabras nos dan a cada uno una idea más clara de nuestros valores compartidos e individuales.

Ahora que nuestros hijos son todavía pequeños, intento captar las señales. La lectura de Los 5 lenguajes del amor de Gary Chapman fue un buen punto de partida. Hacer varias actividades con ellos individualmente y en familia también ayuda. Creo que nuestra «Noche de Juegos» semanal sigue siendo una buena vía de descubrimientos. Recientemente, vi cómo el hecho de estar con ellos cuando se enfrentaban a retos en la escuela, en lugar de reprenderlos inmediatamente, hizo que surgiera un aprecio familiar más profundo.

Para mí, otro gran efecto de saber qué es el amor familiar es que esto me permitió ampliar

mi familia. Me mostró que los amigos pueden ser la «verdadera familia» de uno. Me siento afortunado de haber descubierto este principio, porque hizo que las amistades que tengo hoy sean más significativas. Compartiré más sobre esto en mi próxima columna.

En conclusión, el amor familiar puede ser diferente para cada persona. Además, nuestra definición seguramente evolucionará con el tiempo. Pero explorarlo y poner nuestros sentimientos y pensamientos en palabras sólo puede tener un impacto positivo en las decisiones de vida que tomamos en las relaciones que construimos y seguimos fomentando.

Pero el mayor impacto para mí está en nuestros hijos. Nuestro amor familiar como padres afecta a sus valores fundamentales. Es su primera sensación de seguridad. Influye en su propósito o no propósito. Influye en sus miedos y no miedos. Y, lo más importante, tiene un gran impacto en cómo trascenderán o no estos valores con sus propias familias en el futuro.