Conocimiento de los sentidos importantes

• ¿Cómo funcionan el olfato y el gusto?
• ¿Qué causa la pérdida del olfato y del gusto?
• ¿Cómo se diagnostica la pérdida del olfato y del gusto?
• Y más…

Los problemas con estos sentidos tienen un gran impacto en nuestras vidas. El olfato y el gusto contribuyen a que disfrutemos de la vida estimulando el deseo de comer, lo que no sólo nutre nuestro cuerpo, sino que también mejora nuestras actividades sociales. Cuando el olfato y el gusto se deterioran, comemos mal, socializamos menos y nos sentimos peor. El olfato y el gusto nos advierten de peligros, como el fuego, los humos venenosos y los alimentos en mal estado. La pérdida del sentido del olfato puede indicar una enfermedad de los senos paranasales, crecimientos en las fosas nasales o, a veces, tumores cerebrales.

¿Cómo funcionan el olfato y el gusto?

El olfato y el gusto pertenecen a nuestro sistema de detección química (quimiosensación). El complicado proceso de oler y saborear comienza cuando las moléculas liberadas por las sustancias que nos rodean estimulan unas células nerviosas especiales en la nariz, la boca o la garganta. Estas células transmiten mensajes al cerebro, donde se identifican olores o sabores específicos.

Las células olfativas (nervio del olfato) son estimuladas por los olores que nos rodean la fragancia de una rosa, el olor del pan al hornearse. Estas células nerviosas se encuentran en una pequeña porción de tejido en lo alto de la nariz, y se conectan directamente con el cerebro.

Las células gustativas (nervio del gusto) se agrupan en las papilas gustativas de la boca y la garganta. Reaccionan ante la comida o la bebida mezclada con la saliva. Muchas de las pequeñas protuberancias que pueden verse en la lengua contienen papilas gustativas. Estas células superficiales envían información sobre el sabor a las fibras nerviosas cercanas, que envían mensajes al cerebro.

La capacidad de nuestro cuerpo para percibir sustancias químicas es otro mecanismo quimiosensorial que contribuye a nuestros sentidos del olfato y del gusto. En este sistema, miles de terminaciones nerviosas libres, especialmente en las superficies húmedas de los ojos, la nariz, la boca y la garganta, identifican sensaciones como el escozor del amoníaco, el frescor del mentol y el calor del chile.

¿Qué causa la pérdida del olfato y el gusto?

Los científicos han descubierto que el sentido del olfato es más preciso entre los 30 y los 60 años. Comienza a declinar después de los 60 años, y una gran proporción de personas mayores pierde su capacidad olfativa. Las mujeres de todas las edades suelen ser más precisas que los hombres a la hora de identificar los olores.

Algunas personas nacen con un sentido del olfato o del gusto deficiente. Las infecciones de las vías respiratorias superiores son las responsables de algunas pérdidas, y las lesiones en la cabeza también pueden causar problemas de olfato o gusto.

La pérdida de olfato y gusto puede ser el resultado de pólipos en las cavidades nasales o sinusales, alteraciones hormonales o problemas dentales. También pueden ser causadas por la exposición prolongada a ciertas sustancias químicas, como los insecticidas, y por algunos medicamentos.

El tabaquismo es la forma más concentrada de contaminación a la que está expuesta la mayoría de la gente. Determina la capacidad de identificar los olores y disminuye el sentido del gusto. Dejar de fumar mejora la función olfativa.

Los pacientes de radioterapia con cánceres de cabeza y cuello suelen quejarse de la pérdida del olfato y el gusto. Estos sentidos también pueden perderse en el curso de algunas enfermedades del sistema nervioso.

Los pacientes que han perdido la laringe (caja de voz) se quejan comúnmente de una pobre capacidad para oler y degustar. Los pacientes con laringectomía pueden utilizar un tubo de derivación especial para volver a respirar por la nariz. La mejora del flujo de aire a través de la nariz ayuda a restablecer las sensaciones olfativas y gustativas.

¿Cómo se diagnostica la pérdida del olfato y del gusto?

El grado de pérdida del olfato o del gusto puede comprobarse utilizando la concentración más baja de una sustancia química que una persona puede detectar y reconocer. También se puede pedir al paciente que compare los olores o sabores de diferentes sustancias químicas, y cómo crecen las intensidades de los olores y sabores cuando se aumenta la concentración de una sustancia química.

Olfato Los científicos han desarrollado una prueba de rascar y oler fácil de administrar para evaluar el sentido del olfato.
Gusto Los pacientes reaccionan a diferentes concentraciones químicas en las pruebas del gusto; esto puede implicar una simple prueba de sorbo, escupir y enjuagar, o se pueden aplicar productos químicos directamente a zonas específicas de la lengua.

¿Se pueden tratar estos trastornos?

A veces ciertos medicamentos son la causa de los trastornos del olfato o del gusto, y la mejora se produce cuando se deja o se cambia ese medicamento. Aunque ciertos medicamentos pueden causar problemas quimiosensoriales, otros, especialmente los antialérgicos, parecen mejorar los sentidos del gusto y del olfato. Algunos pacientes, sobre todo los que padecen infecciones respiratorias graves o alergias estacionales, recuperan el olfato o el gusto simplemente esperando a que la enfermedad siga su curso. En muchos casos, las obstrucciones nasales, como los pólipos, pueden eliminarse para restablecer el flujo de aire a la zona receptora y corregir la pérdida de olfato y gusto. En ocasiones, los quimiosentidos vuelven a la normalidad de forma tan espontánea como desaparecieron.

¿Cómo afrontar los problemas de olfato o gusto?

Si experimenta problemas de olfato o gusto, intente identificar y anotar las circunstancias que lo rodean. ¿Cuándo se dio cuenta por primera vez? ¿Tenía entonces un resfriado o una gripe? ¿Una lesión en la cabeza? ¿Ha estado expuesto a contaminantes atmosféricos, polen, caspa o polvo a los que podría ser alérgico? ¿Es un problema recurrente? ¿Se presenta en alguna estación especial, como la época de la fiebre del heno?

Lleve toda esta información cuando visite a un médico que se ocupe de las enfermedades de la nariz y la garganta (un otorrinolaringólogo cirujano de cabeza y cuello). Un diagnóstico adecuado por parte de un profesional capacitado puede proporcionarle la seguridad de que su enfermedad no es imaginaria. Incluso pueden sorprenderle los resultados. Por ejemplo, lo que usted cree que es un problema de gusto podría ser en realidad un problema de olfato, ya que gran parte de lo que usted saborea está realmente causado por el olfato.

El diagnóstico también puede conducir al tratamiento de una causa subyacente de la alteración. Recuerde que muchos tipos de trastornos del olfato y del gusto son reversibles.
Sabor

Cuatro sensaciones gustativas comúnmente identificadas:

• dulce
• agrio
• amargo
• salado

Ciertos gustos se combinan con la textura, la temperatura y el olor para producir un sabor que nos permite identificar lo que estamos comiendo.

Muchos sabores se reconocen a través del sentido del olfato. Si usted se tapa la nariz mientras come chocolate, por ejemplo, tendrá problemas para identificar el sabor del chocolate, aunque pueda distinguir el dulzor o el amargor del alimento. Esto se debe a que el conocido sabor del chocolate se percibe en gran medida por el olor. Lo mismo ocurre con el conocido sabor del café. Por eso, una persona que desea saborear plenamente un sabor delicioso (por ejemplo, un chef experto que prueba su propia creación) exhalará por la nariz después de cada trago.

Las células del gusto y del olfato son las únicas del sistema nervioso que se sustituyen cuando envejecen o se dañan. Los científicos están examinando este fenómeno mientras estudian formas de sustituir otras células nerviosas dañadas.

Contenido por cortesía de la AAO Academia Americana de Otorrinolaringología