Prasāda
Como estado espiritual prasāda tiene una rica historia de significados en la tradición sánscrita desde la literatura védica en adelante. En esta tradición textual, prasāda es un estado mental experimentado por los dioses, los sabios y otros seres poderosos y está marcado por la generosidad espontánea y el otorgamiento de bendiciones. A partir de la literatura más antigua (Rig Veda), Prasāda se entiende en este sentido de estado mental, no como un aspecto de la práctica ritual. En textos posteriores, como el Shiva Purāna, comienzan a aparecer referencias a prasāda como sustancia material junto a este significado más antiguo. Prasāda es también la emoción compañera de samvega (la emoción que Siddartha sintió en su primer encuentro con el envejecimiento, la enfermedad y la muerte). Prasāda es la emoción que Siddartha sintió al encontrarse con el sramana del bosque: «una clara sensación de serena confianza en que uno ha encontrado la salida» (Robinson, p. 7, 2005). El samvega agita la mente, mientras que el prasāda la calma. Las dos emociones proporcionan un equilibrio adecuado entre sí: «samvega mantiene a prasāda anclado en la realidad; prasāda evita que samvega se convierta en desesperanza» (ibíd.)
En su sentido material, prasāda se crea mediante un proceso de dar y recibir entre un devoto humano y el dios divino. Por ejemplo, un devoto hace una ofrenda de una sustancia material como flores, frutas o dulces -que se llama naivedya. A continuación, la deidad «disfruta» o prueba un poco de la ofrenda, que se conoce temporalmente como bhogya. Esta sustancia ahora investida divinamente se llama prasāda y es recibida por el devoto para ser ingerida, llevada, etc. Puede ser el mismo material que se ofreció originalmente o material ofrecido por otros y luego redistribuido a otros devotos. En muchos templos, se distribuyen varios tipos de prasāda (por ejemplo, frutos secos, dulces) a los devotos.