Nos ha pasado a todos: Te armas de valor para desafiar el frío y completar esa primera (o decimoquinta) carrera en tiempo de invierno. Pero nada más llegar a casa, tienes tos. ¿Es un resfriado? ¿Es por la carrera? Estas preguntas son normales. A continuación, explicamos por qué se produce la tos después de correr cuando hace frío y ofrecemos algunas formas aprobadas por los médicos para evitar que se produzca en primer lugar.

¿Por qué empiezo a toser después de correr?

Algunas personas tosen cuando hacen ejercicio en tiempo frío, pero no tienen problemas en el verano o en estaciones más cálidas. El aire frío, especialmente el aire frío y seco que acompaña a las ráfagas árticas que descienden de las latitudes septentrionales, puede ser un factor desencadenante de la tos debido al broncoespasmo -cuando los conductos que hacen entrar y salir el aire de los pulmones se contraen- o al asma.

Muchas personas empujadas a ritmos respiratorios altos en estas condiciones desarrollarán contracciones o espasmos en el músculo liso que rodea las vías respiratorias y también producirán mucosidad extra en el revestimiento de los tubos pulmonares que resultan en sibilancias y/o tos. Esto se conoce comúnmente como asma de ejercicio o broncoespasmo asociado al ejercicio. Puede ser una forma de asma intermitente o simplemente un broncoespasmo por cambios en las vías respiratorias.

Lo veo con frecuencia en esquiadores nórdicos de competición que entrenan y compiten a niveles de esfuerzo elevados que requieren altas frecuencias respiratorias para suministrar oxígeno a los músculos activos de las piernas y los brazos, especialmente cuando entrenan a grandes altitudes donde el aire suele ser muy seco.

La tos puede comenzar durante el ejercicio o poco después de que termine la sesión de ejercicio y puede durar varias horas. Se cree que el broncoespasmo está causado por la desecación de las vías respiratorias y/o el enfriamiento de las mismas, lo que da lugar a cambios en la concentración del contenido intracelular y/o a la liberación de mediadores proinflamatorios que promueven los cambios en las vías respiratorias.

Hay varias formas de probar esta condición que implican alguna forma de inhalar aire seco. A menudo salgo con corredores o esquiadores para probarlos in situ con un espirómetro, un instrumento para medir la capacidad de aire de los pulmones, antes y después del ejercicio. A menudo es más fácil decirlo que hacerlo, ya que a veces es difícil reproducir las condiciones que desencadenan la tos. Esto es especialmente cierto para aquellos que sólo tosen durante o después de las competiciones.

Mira: Dentro de la consulta del médico: Correr con frío

Hay otras causas de «sibilancias» durante o después del ejercicio que pueden ser difíciles de distinguir del broncoespasmo del ejercicio, como la disfunción de las cuerdas vocales. La disfunción de las cuerdas vocales se produce cuando las cuerdas vocales se juntan durante la inspiración y provocan un «estridor», un sonido áspero y chirriante, en la inspiración, a diferencia de las sibilancias espiratorias del asma.

¿Cómo puedo tratar esta tos?

Las dos afecciones anteriores suelen ponerse en el mismo saco, pero los tratamientos son muy diferentes. Una tos inducida por el frío puede ayudarse llevando una bufanda sobre la boca y la nariz para precalentar y prehumidificar un poco el aire frío antes de que entre en el árbol respiratorio. Algunos corredores no lo toleran bien, ya que les da una sensación de restricción de aire. Por lo demás, es tan sencillo como ralentizar un poco el ritmo para reducir las demandas de intercambio de aire y esperar a la primavera antes de volver a apretar el paso.

Si ya tienes la tos y sospechas que es inducida por el frío, tómate unos días de descanso y debería resolverse sola.

Por otro lado, una tos inducida por el ejercicio puede ser un indicador de asma, ya que tanto el aire seco como el aire frío (junto con el polen, la caspa de los animales, las infecciones de las vías respiratorias superiores, los irritantes como el perfume, el tabaco y otros humos, y la contaminación del aire) son desencadenantes de ataques de asma.

Aunque es posible tener un broncoespasmo sólo durante el ejercicio, es importante recordar que casi todas las personas con asma tendrán asma inducida por el ejercicio si se les presiona lo suficiente, incluso los corredores en forma. Si tose durante las carreras de invierno, puede ser importante que se reúna con su médico para determinar si tiene asma subyacente, y ver si es candidato a una intervención con medicación.