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Oct 8, 2021
admin

La histamina es un mediador de la inflamación liberado por las células inflamatorias cuando entran en contacto con ciertos desencadenantes (alérgenos). La histamina es una parte normal de la cascada inflamatoria, una parte vital de la defensa del cuerpo. Pero la histamina y otros mediadores inflamatorios provocan la inflamación, la hinchazón, el enrojecimiento y el picor que se observan en las reacciones alérgicas. Estos signos forman parte del intento del organismo de hacer frente a la exposición a un alérgeno.
Los antihistamínicos son medicamentos utilizados para contrarrestar las histaminas y moderar esta respuesta. Funcionan compitiendo con la histamina por la captación en los receptores de histamina en las células sensibles del tracto respiratorio, los intestinos, los vasos sanguíneos y la piel, y así amortiguan la respuesta. Su veterinario puede utilizar un antihistamínico como tratamiento para la hipersensibilidad y los trastornos alérgicos. El antihistamínico concreto que elija su veterinario dependerá de sus preferencias, de las características específicas de la enfermedad que se esté tratando y del caballo.
Los antihistamínicos se administran por vía oral y por inyección. El maleato de pirilamina oral y la tripelenamina se encuentran en algunos antihistamínicos comerciales de venta libre. Suelen ser granulados o en polvo, destinados a ser administrados mezclados con el pienso. Estos productos tienen cierto uso en el mantenimiento preventivo de caballos con alergias de bajo grado o componentes alérgicos de la enfermedad. Por lo general, se consideran seguros, pero su valor es cuestionable.
El uso de antihistamínicos humanos fuera de la etiqueta también es común en la práctica equina. Ejemplos de estos medicamentos son la hidroxizina, la difenhidramina (Benadryl) y la cetirizina, entre muchos otros. La cetirizina ha demostrado NO ser eficaz para el tratamiento de la picazón dulce en los caballos. Mi propia experiencia con este medicamento ha sido algo decepcionante.
En ocasiones mis clientes usan 5-8# de las tabletas de 25 mg de difenhidramina (Benadryl) en una emergencia y reportan que la urticaria disminuyó. La difenhidramina no está aprobada por la FDA para su uso en caballos, y no le recomiendo que proceda con este tratamiento sin hablar primero con su veterinario.
En general, los antihistamínicos orales tardan más en actuar que los preparados inyectables y se utilizan sobre todo para prevenir la reaparición de picores menores, ronchas (urticaria) e hinchazón debido a problemas alérgicos de la piel, así como alergia respiratoria y oftálmica de bajo grado. También hay varios antihistamínicos comerciales inyectables que están etiquetados para su uso en caballos. Estos contienen maleato de pirilamina y/o tripelennamina y actúan más rápidamente si se administran por inyección. Se suelen utilizar para reacciones alérgicas más graves, como la urticaria o la hinchazón facial debida a la respuesta alérgica a una picadura de insecto.
En general, los antihistamínicos se utilizan con menos frecuencia en los caballos que los corticosteroides. En algunos casos, no son tan eficaces. Sin embargo, una ventaja es que los antihistamínicos tienen menos efectos secundarios, el más importante de los cuales es la laminitis. Por lo tanto, los antihistamínicos son valiosos para disminuir la frecuencia y/o la dosis de los corticosteroides cuando se utilizan simultáneamente.

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