• 26 de diciembre de 2019
  Por Jazmine Denise

Fuente: Bernard Van Berg / Getty

Quien dijo por primera vez «La inseguridad mata todo lo que es bello» pronunció un bocado. Cuando pensamos en la inseguridad y su impacto negativo en las relaciones, a menudo nos vienen a la mente los amantes celosos o necesitados. Pero algo que no discutimos lo suficiente es cómo la inseguridad es también un cáncer en las amistades.

Todos lidiamos con la inseguridad en algún nivel. Todos nos enfrentamos a cosas que nos hacen sentir inadecuados o inseguros de nosotros mismos. Sin embargo, hay algunas personas que luchan contra la inseguridad crónica. Les consume el sentimiento de no ser suficientes y se infiltra en casi todos los aspectos de sus vidas. Su preocupación por la imagen negativa que tienen de sí mismos, sus sentimientos de indignidad y la forma en que los perciben los demás se traslada a sus relaciones -románticas y platónicas-, lo que puede dificultar el mantenimiento de esas relaciones para ambas partes. Estas son algunas de las formas en que la baja autoestima se manifiesta y acaba arruinando las amistades.

Comparaciones insanas

Una amiga insegura suele ser infeliz porque se compara constantemente con los que la rodean, incluidos sus amigos. Nunca puede alegrarse de verdad por la gente que la rodea porque en su interior los logros, los hitos y los avances de sus seres queridos siempre la harán sentir menos que ellos. Esto carcome poco a poco los cimientos de la amistad con el paso del tiempo, ya que una persona normal puede darse cuenta de que alguien no se alegra de verdad por ella.

Competencia innecesaria

Además de las comparaciones constantes, una amiga insegura participa en competiciones secretas y abiertas con las personas de su círculo. En las amistades, cada parte tiene su propia oportunidad de brillar; sin embargo, una persona insegura siempre intentará superar a sus amigos.

Exceso de energía emocional

Mantener amistades con personas inseguras conlleva un pesado impuesto emocional porque la inseguridad genera negatividad. Con el tiempo, resulta agotador escuchar constantemente a alguien que se menosprecia a sí mismo. Las investigaciones han demostrado incluso que las personas que proporcionan apoyo a individuos con baja autoestima y sienten que su apoyo ha sido ineficaz son más propensas a desarrollar sentimientos negativos sobre la amistad.

Conflicto

La inseguridad también cultiva el conflicto en la amistad. Los individuos inseguros suelen ofenderse con facilidad, lo que lleva a discusiones constantes o a que todo el mundo ande con pies de plomo. Ninguno de los dos resultados favorece una amistad sana y duradera.

Dinámica unilateral

Las personas inseguras necesitan que se les tranquilice constantemente y las personas a las que se les asigna la desalentadora tarea de hacer que se sientan validadas todo el tiempo suelen ser las más cercanas a ellas: sus familiares y amigos. Esta dinámica malsana hace que las relaciones se vuelvan extremadamente unilaterales.

Intimidación

A veces, en lugar de menospreciarse a sí mismo, una persona insegura se complace en menospreciar a las personas que le rodean. En las amistades, esto a menudo se traduce en comentarios despectivos, cumplidos despreciativos y en restar importancia a los logros. El deseo de hacer que los demás se sientan inadecuados suele provenir de inseguridades subyacentes.

La inseguridad en la amistad puede adoptar muchas caras diferentes, pero independientemente de cómo se manifieste, el resultado suele ser el mismo: relaciones rotas y tensas. Es una realidad desafortunada, pero una cosa que hay que recordar es que el verdadero cambio sólo puede venir de dentro. No es nuestro trabajo ni tenemos la capacidad de «arreglar» a nuestros amigos rotos.