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Aspectos teóricos de la narración de historias y el parto
Contar historias de nacimiento es una tarea esencial de las madres que han dado a luz. Escuchar los relatos es una tarea esencial de las futuras madres. Compartir los procesos íntimos del nacimiento proporciona a la futura madre perspectiva y conocimiento subjetivo. A menudo, la oportunidad de dialogar fomenta la reciprocidad y los intercambios de aprendizaje, sobre todo en lo que respecta a las cuestiones más profundas que rodean el nacimiento. La narración de historias se basa en gran medida en las relaciones y la comunicación: crea un vínculo entre las mujeres y su historia compartida (Lindesmith & McWeeny, 1994).
Livo y Ruitz (1986) sostienen que, durante el intercambio narrativo, la persona que aprende reconstruye el conocimiento extraído de la historia. La historia de nacimiento compartida proporciona una experiencia de aprendizaje vicario. El diálogo sobre el significado del intercambio es esencial para las formas de conocimiento. La voluntad de compartir es una expresión de la necesidad generalizada de explicar lo desconocido. Durante el proceso de buscar y compartir activamente el conocimiento, los miedos disminuyen y se puede lograr una sensación de control sobre el parto (Zwelling, 2000).
La narración de historias se basa en gran medida en las relaciones y la comunicación: crea un vínculo entre las mujeres y su historia compartida.
Lev Vygotsky (1978), un psicólogo ruso, destacó la importancia de los contextos culturales y sociales en el aprendizaje que apoyan un modelo de aprendizaje por descubrimiento. Cuando se aplica a la narración de historias en el parto, los dos supuestos generales de aprendizaje de Vygotsky son los siguientes: En primer lugar, el conocimiento compartido debe tener un significado para la futura madre como aprendiz. Esencialmente, este intercambio relevante se produce en el contexto del entorno de la futura madre, lo que hace que la transferencia de conocimientos sea lógica y única para ella. Las personas que comparten las historias de nacimiento tienen una gran influencia en la forma en que la futura madre incorpora esa información a su mundo. Cuanto más significativa y poderosa sea la persona que cuenta la historia, más significativa y poderosa será la historia de nacimiento para el oyente. Dado que la importancia y el poder son determinados en última instancia por la futura madre, la importancia y el poder relacionados con la historia y el narrador tienen un efecto de gran alcance en la determinación de lo que la madre aprende de esa interacción. Por ejemplo, puede retener la vívida historia de su asustada hermana a punto de dar a luz sin anestesia, experimentando una extensa episiotomía y soportando la apresurada asistencia de un extractor de vacío. El segundo supuesto de aprendizaje de Vygotsky, aplicado a la narración de historias en el parto, es que la futura madre debe poseer las herramientas para el desarrollo cognitivo que incluyen a los otros significativos, la cultura y el lenguaje. La cultura íntima de la hermandad asociada al parto comunica lo que debe aprenderse para dar sentido a la experiencia. Por lo tanto, los relatos de nacimiento desempeñan un papel importante en este proceso, ya que el diálogo y la conexión ofrecen un aprendizaje de la «vida real» cada vez que se cuenta una historia. Esta interacción social es fundamental para que una futura madre conozca el parto.
Jerome Bruner (1990) también reconoció el valor de la interacción humana en el aprendizaje. Sugirió que la cultura da significado al conocimiento a través del lenguaje y los patrones de comunicación de la lógica y la narrativa. La teoría de Bruner sobre el aprendizaje en su contexto social relaciona la construcción de narrativas a partir del conocimiento popular para explicar la negatividad de muchas creencias comunes en torno al valor del parto en la sociedad. En otras palabras, cuando el parto sigue un patrón culturalmente predecible, las narrativas tienen menos importancia. Sin embargo, cuando el sistema sanitario ha exigido que el parto esté orientado a la intervención, se desarrolla una mitología del parto aberrante que puede transmitirse de una generación a otra. La disonancia cognitiva (conflicto interno entre los deseos interiores y el mundo exterior) amenaza el control percibido por la futura madre en torno a la encarnación de su bebé y su propio ser emocional, físico y espiritual. Bruner minimiza la importancia del argumento en cuanto a las consecuencias de la historia basada en la ficción frente a la realidad. «Las historias alcanzan su significado explicando las desviaciones de la norma» (Bruner, 1990, p. 47). Las historias explican lo inexplicable de la acción y el propósito humanos. Al mismo tiempo que hacen hincapié en las normas de la sociedad, los cuentos proporcionan una base para la retórica con confrontación. Esta confrontación anima al narrador y al oyente a procesar la información como sentido y relevancia personal autodeterminada. Las historias tienen el poder de eliminar el caos del mundo y proporcionar un entorno de memoria comprensiva. Así, cada vez que se comparte una historia de parto, las mujeres pueden silenciar o intensificar sus personajes y su trama.
Sin embargo, cuando el sistema sanitario ha exigido que el parto esté orientado a la intervención, se desarrolla una mitología aberrante del parto que puede pasar de una generación a otra.
Dos principios de la teoría de la autoeficacia de Bandura (1977) están relacionados con el aprendizaje de los demás, el aprendizaje vicario y la persuasión verbal. Cuando una futura madre escucha la historia de un parto de otra persona, aumenta su bagaje de conocimientos y comportamientos en torno al proceso de parto. Cuando la información sobre su propia actuación es mínima, su eficacia personal se compara con la actuación de los demás. Si la experiencia de parto compartida fue aceptable, es probable que busque una experiencia similar. Bandura describe la persuasión verbal como un esfuerzo por convencer a la futura madre de que posee los conocimientos y habilidades necesarios para dar a luz a su hijo. La persuasión es más eficaz si la madre cree que tiene posibilidades de alcanzar sus objetivos. Los relatos sobre el nacimiento transmiten muchos mensajes de mando duraderos que tienen una influencia positiva o negativa en los oyentes.