Señor,

Los quistes dermoides de la fontanela anterior en adultos son raros. Son lesiones quísticas benignas que se producen en las líneas de fusión del cuerpo. Los quistes dermoides del cuero cabelludo, incluidos los de la fontanela anterior, se han descrito en la literatura. Pero no existen muchos informes sobre esta afección en adultos. Aquí presentamos a tres adultos que presentaron esta afección. El primer paciente era un joven de 27 años que notó esta hinchazón unos 7 años antes. Lo notó cuando empezó a lastimarse mientras se peinaba. El examen clínico reveló una hinchazón bien redondeada de unos 3 cm × 3 cm de tamaño en la región de la fontanela anterior. No había pulsaciones visibles, ni se veía ningún tracto sinusal o punctum ni venas dilatadas. En la exploración, la lesión tenía una consistencia heterogénea con algunas zonas blandas y quísticas. No era sensible ni pulsátil y no daba impulso de tos. No había transiluminación y no había soplos en la auscultación. Los márgenes óseos se percibían invertidos. El siguiente paciente era un joven de 18 años que se sometió a una tonsura de la cabeza y notó la hinchazón de alrededor de 1,5 cm con un punctum. Los demás hallazgos fueron similares. No había secreción del punctum. En esta joven de 22 años, la esteticista notó esta hinchazón con hallazgos similares pero sin punctum. A todos los pacientes se les realizó una tomografía computarizada (TC) que no mostró extensión intracraneal en ningún caso. Se realizó una resonancia magnética (RM) en todos los casos y se descartaron las extensiones intracraneales. Todos los pacientes fueron sometidos a una escisión total de la lesión. Durante la intervención quirúrgica, las lesiones presentaban porciones pilosas y calcificadas y una de las inflamaciones mostraba dientes rudimentarios. Hubo cierta erosión de la tabla externa en un caso (el joven), pero no hubo ruptura de la tabla interna en ninguno de los casos. El informe histopatológico en todos los casos fue de quiste dermoide. Los quistes dermoides de la cabeza y el cuello suelen considerarse lesiones congénitas. Sin embargo, ocasionalmente, estas lesiones se han identificado también en adultos. La importancia de los dermoides en el cuero cabelludo es el potencial de extensión intracraneal. Aquí describimos tres adultos con quistes dermoides histológicamente probados en la región de la fontanela anterior sin extensión intracraneal.

Fotografía de un paciente masculino que muestra el quiste dermoide

de Carvalho et al. presentaron 7 pacientes de entre 3 meses y 16 años con lesiones quísticas de la fontanela anterior. Se detectaron al nacer y eran de tamaño progresivo pero asintomáticas. Todos los pacientes fueron sometidos a la extirpación de la lesión. Ojikutu y Mordi describieron quistes dermoides de inclusión congénitos sobre la región de la fontanela anterior en dos nigerianos adultos. Ambos fueron vistos al nacer pero no fueron tratados hasta la vida adulta. No había extensión intracraneal en ambos. Histopatológicamente, se confirmó que ambos eran quistes dermoides. La escisión quirúrgica fue curativa. De Castro et al. también presentaron a un hombre de 23 años con una inflamación del cuero cabelludo en la región de la fontanela anterior sin ningún problema neurológico. La TC no mostró ninguna extensión intracraneal. La lesión fue extirpada en su totalidad con muy buen resultado. La lesión era quística blanda y contenía un líquido viscoso verdoso con pelo. Chaudhari et al. describieron 21 niños con quistes de inclusión congénitos del espacio subgaleal. La mayoría de ellos se encontraban en la fontanela anterior. Los quistes se presentaron como quistes dermoides/epidermoides. Ha habido muchos otros estudios sobre dermoides en la fontanela anterior con conclusiones similares. Reissis et al. estudiaron la histología de 16 quistes craneofaciales y concluyeron que las propiedades histológicas de los quistes dermoides se conservan entre las localizaciones craneofaciales (periorbital, nasal, del cuero cabelludo y postauricular). Esto refleja la consistencia de la inclusión ectodérmica durante el desarrollo embriológico temprano, que es independiente del sitio craneofacial específico o de las estructuras anatómicas circundantes.

En nuestro estudio también, todos los pacientes tenían lesiones neurológicamente asintomáticas sin ninguna extensión intracraneal. Se confirmó histopatológicamente que todas las lesiones eran dermoides. Todas las lesiones se extirparon totalmente sin problemas. La importancia de estas lesiones para el cirujano radica en que pueden simular otras patologías como encefaloceles o meningoceles, por lo que la TC/RM es imprescindible para descartar la patología así como cualquier extensión intracraneal antes de cualquier intervención quirúrgica. La existencia de esta entidad es especialmente útil para los cirujanos y neurocirujanos en formación.

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