Peinados medievales

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Peinados medievales – los normandos
El famoso tapiz de Bayeux ilustra los distintivos peinados de los normandos. El pelo se cortaba y se afeitaban los lados y la parte posterior de la cabeza.

Los peinados medievales – Mujeres medievales
Los peinados de las mujeres medievales cambiaron con la moda durante la época medieval de la Edad Media

• El cabello fue primero largo y suelto y claramente visible
• Las trenzas largas luego se pusieron de moda
• Los cabellos se ocultaban a la vista bajo el estilo de tocado llamado wimple
• Los peinados cambiaron luego y se mostraban moños enrollados a cada lado de la cabeza
• Los cabellos lisos con raya en medio, se exhibía en la parte delantera de la cabeza, por encima de la frente. El resto del cabello se ocultaba con un bonete

Estilos de peinado medievales – Monjes y monjas medievales
El cabello de las monjas se rapaba bruscamente y su cabeza, y cualquier resto de cabello, quedaba oculto a la vista ya que la cabeza de la monja estaba cubierta por su cofia o velo. Todos los monjes medievales en la época medieval estaban bien afeitados. Se distinguían por su pelo parcialmente afeitado, llamado tonsura. Llevaban el pelo afeitado, salvo una estrecha franja alrededor de la cabeza. Las tonsuras eran un símbolo de su renuncia a la moda y la estima mundanas. La tonsura también podía indicar que un monje había recibido el estatus de clérigo.

Los peinados medievales
Los siguientes párrafos describen los peinados medievales

Los peinados medievales – los peinados de los primeros francos
La curiosa descripción dada de los francos por Sidoine Apollinaire, que dice,

«Se ataban el pelo de lino o castaño claro por encima de la frente, en una especie de mechón, y luego lo hacían caer detrás de la cabeza como la cola de un caballo. La cara estaba bien afeitada, a excepción de dos largos bigotes. Llevaban ropas de tela, ajustadas al cuerpo y a las extremidades, y un cinturón ancho, al que colgaban sus espadas.»

«más de una vez los francos se despojaron de la capa de guerra y del cinturón de cuero, y asumieron la toga de la dignidad romana. Más de una vez sus cabellos de lino se mostraron ventajosamente fluyendo sobre el manto imperial, y el oro de los caballeros, la púrpura de los senadores y patricios, las coronas triunfales, las fasces y, en definitiva, todo lo que el Imperio Romano inventó para exhibir su grandeza, contribuyó a aumentar la de nuestros antepasados.»
«El cabello nunca se corta de la cabeza de los hijos de los reyes francos. Desde la primera juventud su cabello cae con gracia sobre los hombros, se separa en la frente y cae por igual a ambos lados; es con ellos un asunto al que prestan especial atención.» Se dice, además, que lo espolvoreaban con polvo de oro y lo trenzaban en pequeñas bandas, que adornaban con perlas y metales preciosos.
Peinados medievales – Peinados y estatus
Mientras que las personas de rango se distinguían por su pelo largo y suelto, el pueblo lo llevaba más o menos corto, según el grado de libertad que poseía, y los siervos llevaban la cabeza completamente rapada. Era costumbre que las clases nobles y libres juraran por sus cabellos, y se consideraba el colmo de la cortesía arrancar un cabello y presentarlo a una persona. La degradación de los reyes y príncipes se realizaba de forma pública afeitándoles la cabeza y enviándolos a un monasterio; al recuperar sus derechos y su autoridad, siempre se les dejaba crecer de nuevo el pelo. También podemos concluir que se concedía gran importancia a la conservación del cabello incluso bajo los reyes de la segunda dinastía, ya que Carlomagno ordena que se elimine el pelo como castigo en ciertos delitos.

Estilos de cabello medievales – Barbas
Los francos, fieles a su antigua costumbre de llevar el pelo largo, renunciaron gradualmente a afeitarse la cara. Al principio, sólo dejaban un pequeño mechón en la barbilla, pero poco a poco permitieron que éste aumentara, y en los siglos VI y VII los hombres libres adoptaron la forma habitual de barba. Entre el clero prevalecía la costumbre de afeitarse la coronilla, de la misma manera que la adoptada por ciertas órdenes monásticas en la actualidad. Los sacerdotes llevaron durante mucho tiempo barba, pero dejaron de hacerlo al ponerse de moda entre los laicos

La barba, que se llevaba en su totalidad a principios del siglo XII, se fue modificando poco a poco tanto en forma como en longitud. Al principio se cortaba en punta y sólo cubría el final de la barbilla, pero la siguiente moda fue llevarla de forma que se uniera a los bigotes. En general, los bigotes pasaron de moda. A continuación encontramos barbas que sólo llevaban los campesinos, que, según los historiadores contemporáneos, deseaban conservar un «recuerdo de su participación en las Cruzadas». A finales del siglo XII, todas las barbillas se afeitaban.

Peinados Medievales
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