Patrones y formas de la lengua: El inglés
El lenguaje es una función que han utilizado los seres vivos y, más concretamente, los «animales sociales», desde hace miles de años. Todos los animales sociales se comunican entre sí, desde los pájaros y los insectos hasta los delfines y los simios, pero sólo los humanos han conseguido crear un lenguaje que implica algo más que señales esenciales. A lo largo de los años, los humanos han contribuido al desarrollo de miles de lenguas. Hoy en día, se hablan más de mil idiomas en todo el mundo, y la mayoría de las lenguas suelen dividirse en subcategorías, que van desde los dialectos hasta los criollos y otras modificaciones.
El inglés, por ejemplo, es una lengua mundial que no tiene una forma fundamental; en su lugar, hay numerosas formas de inglés que la gente adapta y regula según sus necesidades. La gente manipula constantemente las palabras para que suenen más «naturales» en determinadas situaciones y ante determinadas personas. Uno puede utilizar patrones de habla diferentes cuando habla con su profesor que cuando lo hace con sus amigos o sus padres. El inglés es muy complejo, y a la vez fascinante, porque se puede estirar, manipular e infundir a otros idiomas y seguir teniendo sentido. A menudo, como he notado personalmente durante mis interacciones sociales diarias, el lenguaje no se utiliza con respecto a la precisión gramatical, sino con un énfasis en la claridad. Por esta razón, se podría decir que no hay una «forma estándar de inglés». Hay muchos ingleses diferentes, y la mayoría de la gente está expuesta a ellos sin siquiera notar las diferencias. En este post, hablo de mis prácticas lingüísticas y de los diferentes tipos de lenguaje que utilizo durante mis interacciones sociales diarias. También hago mención a los patrones que uso cuando hablo y proporciono explicaciones de por qué favorezco algunos patrones de lenguaje sobre otros en ciertas situaciones.
Un viernes por la tarde, recibí un mensaje de mi amigo diciendo: «Niko, ¿qué pasa quieres ir al gimnasio?». Más tarde le contesté: «Sí hermano palabra». Como se puede notar, la conversación escrita que tuvimos mi amigo y yo no tiene el formato adecuado. La gramática es incorrecta y uso palabras que ni siquiera existen en el diccionario. Para el lector común, estos textos no tienen absolutamente ningún significado. Sólo parecen un montón de palabras lanzadas juntas con la esperanza de que tengan sentido. Para mí, sin embargo, tiene un sentido absoluto, y es la única forma de inglés que utilizo para comunicarme con algunos de mis amigos. Hay veces que la gente me critica, diciendo que falto al respeto a la lengua inglesa y que no debería usar «jerga». Mi respuesta es siempre la misma: les digo que no falto al respeto al inglés, sino que celebro esta maravillosa lengua que, gracias a su increíble flexibilidad, permite a alguien como yo reorganizar, cambiar e inventar nuevas palabras que aportan un nuevo significado a una conversación informal. Le da un color a la conversación. Un color que no se define por la complejidad de las palabras, sino por la claridad que transmiten. Las palabras que intercambio con mis amigos a través de los textos tienen voz. Por ejemplo, cuando mi amigo me envió un mensaje: «¿Quieres ir al gimnasio?». Pude escuchar su voz a través de las palabras que utilizó, porque son las que utilizamos cuando hablamos cara a cara. Si mis amigos y yo estuviéramos a punto de pasar a un intercambio formal de textos, todo sonaría poco natural y extraño. Sin embargo, no hace falta porque nos entendemos perfectamente de la forma en que hablamos y escribimos.
También hay casos en mi vida diaria en los que uso una forma más formal de inglés para comunicarme y escribir, y ocurre sobre todo cuando estoy en la escuela. Como la escuela es un lugar dedicado al aprendizaje, hay que utilizar una forma de lenguaje apropiada. Cuando hago preguntas, escribo redacciones y me comunico con mis profesores, siempre intento utilizar el vocabulario que mejor articula mis aspiraciones académicas. Pero tener todas estas formas diferentes de inglés me lleva a preguntarme: ¿qué forma es la verdadera? ¿Qué forma de inglés refleja mejor mi personalidad y mis pensamientos reales? Después de pensarlo detenidamente, he llegado a la conclusión de que todas estas formas son las verdaderas, y que todos estos idiomas reflejan por igual mis pensamientos y mi verdadero yo. No priorizaría una forma de inglés sobre otra porque no se usan indistintamente; cada una tiene su uso específico en determinadas situaciones. Y, como he dicho antes, la adaptación de estas formas de inglés me permite conectar mejor con ciertas personas y entenderlas con sólo cambiar a su forma de hablar y escribir. Es una de las muchas ventajas que ofrece cualquier idioma, y el inglés en particular.