Pashmak en persa significa «como la lana», pero eso no es lo que saben las delicadas hebras de este dulce iraní que se derrite en la boca. Si bien en el pasado el pashmak podía ser elaborado por cocineros caseros, el espacio, el tiempo y la destreza necesarios para perfeccionar este postre lo han relegado a manos de pasteleros profesionales que utilizan herramientas industriales para hacer este delicioso dulce, que a veces se comercializa fuera de Irán como «hilo dental persa».

Este dulce, que requiere mucho trabajo, se prepara tostando harina en mantequilla y mezclando la masa con azúcar caramelizada que se ha enfriado y adquirido la textura masticable del caramelo. Mientras se enfría, el azúcar se recoge y se enrolla en un gran anillo utilizando una rasqueta de pastelería y unas manos expertas que estiran, tiran y giran hábilmente con la precisión de una danza coreografiada. A continuación, los pasteleros colocan la harina tostada y el anillo de azúcar en una gran superficie de trabajo, donde una máquina especial con apéndices en forma de pulpo ayuda a combinarlos y a estirar aún más la mezcla en un círculo más grande. Tras varias rondas alternas de mezcla y estiramiento a mano y a máquina, empiezan a surgir las finas hebras de lo que será el pashmak. Cuando las hebras son finas y esponjosas, se cortan y se empaquetan en cajas y bandejas, a veces adornadas con pistachos. A veces se añaden sabores adicionales en el pashmak; la pasta o el aceite de sésamo son los más comunes, pero también son populares el azahar, el agua de rosas, el cardamomo, el pistacho y el azafrán. Finalmente, el dulce está listo para ser transportado a las tiendas de shirini (dulces) de Irán.

Se cree que el pashmak es originario de la ciudad iraní de Yazd. Aunque puede comerse por sí solo, es un popular adorno para helados, pasteles y pudines. Ligeramente pegajoso al tacto, el pashmak tiene una sensación en boca ligera que delata su composición densa y rica. El sabor a nuez de la harina tostada, combinado con el dulzor mantecoso de este pequeño y divertido caramelo, perdura mucho tiempo después de haberlo disfrutado.