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Quizás alguien en tu colegio tenga parálisis cerebral – o quizás tú la tengas y lleves toda la vida lidiando con ella. A medida que nos hacemos más conscientes de la apariencia y la imagen corporal, puede ser duro estar en una silla de ruedas o que la gente se burle de tu forma de caminar. Pero muchos adolescentes con parálisis cerebral no dejan que esto les frene. Hacen lo mismo que los demás.

¿Qué es la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral (PC) es un trastorno del cerebro. Normalmente, el cerebro indica al resto del cuerpo lo que debe hacer y cuándo debe hacerlo. Debido a la forma en que la parálisis cerebral afecta al cerebro, una persona puede no ser capaz de caminar, hablar, comer o moverse como lo hace la mayoría de la gente.

La parálisis cerebral afecta al tono muscular de una persona y a su capacidad para coordinar los movimientos del cuerpo. Las personas con PC tienen problemas para controlar sus músculos. La forma en que una persona se ve afectada depende de la parte del cerebro implicada.

¿Cómo afecta la parálisis cerebral a las personas?

Los tres tipos de parálisis cerebral son:

1. La parálisis cerebral espástica es el tipo más común de parálisis cerebral. Las personas con parálisis cerebral espástica no pueden relajar sus músculos o los músculos pueden estar rígidos.
2. La parálisis cerebral atetoide afecta a la capacidad de controlar los músculos del cuerpo. Los brazos o las piernas de una persona pueden agitarse y moverse repentinamente.
3. Atáxica (se pronuncia: ay-TAK-sik). Las personas con PC atáxica tienen problemas de equilibrio y coordinación. Sus movimientos pueden parecer temblorosos.

Las personas con parálisis cerebral pueden tener casos leves o más graves. Todo depende de qué parte del cerebro esté afectada y qué partes del cuerpo controla esa sección del cerebro. Si la parálisis cerebral afecta a los dos brazos y a las dos piernas, la persona puede necesitar una silla de ruedas. Si la parálisis cerebral sólo afecta a las piernas, la persona puede caminar de forma inestable o tener que usar aparatos ortopédicos o muletas.

Si la parálisis cerebral afecta a la parte del cerebro que controla el habla, una persona con parálisis cerebral puede tener problemas para hablar con claridad o no ser capaz de hablar en absoluto. Algunas personas con parálisis cerebral también tienen problemas de aprendizaje o de comportamiento, aunque muchas no tienen estos problemas. Otros pueden tener problemas médicos, como convulsiones o epilepsia, o deficiencias auditivas.

¿Qué lo causa?

En la mayoría de los casos, los médicos no saben exactamente qué causa la parálisis cerebral. Lo que sí saben es que es el resultado de un daño en el cerebro, ya sea mientras el bebé está en el útero o en los primeros meses o años después de su nacimiento.

Los bebés tienen más probabilidades de sufrir parálisis cerebral si nacen antes de tiempo o si tienen un peso muy bajo al nacer. Los bebés que no reciben suficiente oxígeno durante o justo después del nacimiento también tienen una mayor probabilidad de padecer parálisis cerebral. Lo mismo ocurre con los bebés que necesitan estar conectados a un ventilador (una máquina que ayuda a respirar) durante varias semanas o más después del nacimiento.

La parálisis cerebral no es contagiosa, por lo que la gente no puede contagiarse de otras personas. Incluso una madre con parálisis cerebral no puede transmitírsela a su bebé antes de nacer.

¿Qué hacen los médicos?

Los médicos diagnostican la parálisis cerebral cuando los niños son pequeños, por lo que cuando las personas llegan a la adolescencia, suelen saber que tienen parálisis cerebral y están acostumbradas a vivir con ella.

Con la parálisis cerebral, el problema del cerebro no empeora a medida que las personas envejecen. Por ejemplo, alguien que tiene una parálisis cerebral que afecta sólo a las piernas no desarrollará una parálisis cerebral en los brazos ni tendrá problemas con el habla más adelante.

Aunque la parálisis cerebral no empeora con el tiempo, la forma en que afecta al cuerpo de alguien puede cambiar a medida que la persona crece o se desarrolla. Por ejemplo, algunos adolescentes con parálisis cerebral pueden desarrollar caderas dislocadas (cuando los huesos que se juntan en las caderas se mueven fuera de su posición normal) o escoliosis (curvatura de la columna vertebral).

Debido a que la parálisis cerebral afecta a las personas de forma diferente, hay muchas formas de tratarla y manejarla. Algunos adolescentes sólo tienen problemas leves de movimiento. Otros necesitan muletas o sillas de ruedas para desplazarse. Los médicos, los padres, los profesores, los terapeutas y la persona con parálisis cerebral trabajan juntos para desarrollar el mejor plan de tratamiento.

Los adolescentes con parálisis cerebral pueden trabajar con estos expertos:

• un ortopedista pediátrico
• un pediatra del desarrollo que observa cómo crece o se desarrolla la persona en comparación con otros adolescentes
• un fisiatra pediátrico (o médico rehabilitador), que ayuda a niños con discapacidades de muchos tipos
• terapeutas, como fisioterapeutas para ayudar con el movimiento, terapeutas ocupacionales para ayudar con habilidades como la escritura, y logopedas

Algunos adolescentes con parálisis cerebral toman medicamentos para relajar sus músculos (en el caso de la parálisis cerebral espástica) o para ayudar a controlar las convulsiones. Y algunos pueden someterse a cirugías especiales para mantener los brazos o las piernas más rectos y flexibles.

Cómo afrontar la parálisis cerebral

La pubertad puede ser especialmente difícil para las personas con parálisis cerebral. El rápido crecimiento puede provocar un aumento de peso y torpeza en cualquier adolescente, pero puede dificultar aún más el movimiento de una persona con parálisis cerebral. Los músculos de una persona pueden volverse más tensos a medida que los huesos crecen, lo que puede restringir el movimiento aún más.

Si tienes parálisis cerebral, lo que harás depende de tu parálisis cerebral. Una cosa que puedes hacer es involucrarte más en tu atención médica siempre que sea posible. Manténgase al día con sus citas, incluyendo cualquier visita de terapia física o de otro tipo. Este es un momento en el que tu equipo médico querrá vigilarte y adaptar tu tratamiento o terapia a medida que crezcas.

Muchos chicos y chicas con parálisis cerebral pueden hacer el mismo tipo de cosas que hacen otros adolescentes, como disfrutar de actividades extraescolares, escuchar o tocar música, salir con amigos, leer, ir al centro comercial y tener citas, por nombrar sólo algunas.

Ayudar a un amigo que tiene parálisis cerebral

Si conoces a alguien que tiene parálisis cerebral y te preguntas cómo ayudarle, simplemente trata a esa persona como lo harías con cualquier otra. Algunas personas con parálisis cerebral pueden necesitar ayuda adicional de vez en cuando, por ejemplo, para alcanzar algo. Ayúdale, como harías con cualquier otra persona, sin darle importancia. Si no puedes entender lo que dice una persona con parálisis cerebral o si tarda más en hacer las cosas, dale más tiempo para que hable o se mueva.

Y no tengas miedo de hablar con un amigo sobre cómo es vivir con parálisis cerebral. Todo el mundo quiere encajar, y estar en una silla de ruedas o tener otros problemas físicos puede hacer que alguien se cohíba o se sienta excluido. Así que si conoces a alguien con parálisis cerebral, intenta ser acogedor e incluirlo en lo que estás haciendo.