Obesidad: Problema complejo que necesita un enfoque de toda la sociedad
El sobrepeso y la obesidad son problemas crecientes en las Américas que tienen múltiples causas y que exigen acciones en todos los sectores, no sólo en el de la salud, dijo el Dr. Jon Andrus, Director Adjunto de la OPS, en un foro sobre «Obesidad: Enfoques científicos, de estilo de vida y de políticas», auspiciado por la Embajada de Italia en Washington, D.C.
Los índices de sobrepeso y obesidad están aumentando en los países de las Américas, dijo Andrus, lo que hace que el tema sea una prioridad para la OPS. El enfoque de la Organización sobre el tema hace hincapié en tres puntos.
Primero, «es un problema complejo que se extiende a lo largo de la vida. Pero esto significa que hay oportunidades para abordar el problema a lo largo de la vida. Por ejemplo, en el primer día: una madre que amamanta tiene menos probabilidades de tener hijos obesos y es menos probable que ella misma tenga sobrepeso».
Segundo, la acción para combatir la obesidad debe ir más allá de los factores de riesgo individuales y abordar los determinantes sociales de la salud. «En las Américas -la región más desigual del mundo- estos determinantes son críticos y requieren que abordemos problemas como la rápida urbanización, la mala planificación, el escaso acceso a alimentos saludables y la falta de áreas para hacer ejercicio», dijo Andrus.
En tercer lugar, la prevención es «absolutamente crítica y debe basarse en la evidencia». Con este fin, la OPS proporciona cooperación técnica para ayudar a cada país a desarrollar su propia base de evidencia, dijo Andrus.
La obesidad proporciona un buen «punto de entrada» para abordar las enfermedades crónicas no transmisibles en general, que son las principales causas de muerte y enfermedad en todo el continente americano, dijo Andrus.Las mejores intervenciones -las «mejores compras» de salud pública- serán aquellas que utilicen un enfoque de toda la sociedad y que aborden múltiples factores de riesgo de enfermedades crónicas. Por ejemplo, se calcula que en la próxima década podrían salvarse 3,2 millones de vidas en América Latina y el Caribe si se redujera la prevalencia del tabaquismo en un 20% y el consumo de sal en un 15%, al tiempo que se suministrara hidroclorotiazida para la hipertensión arterial al 60% de los pacientes que ya padecen enfermedades crónicas, señaló Andrus.
«Tenemos que pisar el acelerador y asegurarnos de que abordamos este reto, del mismo modo que hemos abordado con éxito otros retos sanitarios en nuestra región en el pasado»
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