Neutropenia crónica idiopática en adultos: Características clínicas en un estudio prospectivo de 4 años
La neutropenia crónica idiopática (NIC) es una enfermedad hematológica adquirida poco frecuente, definida por un recuento absoluto de neutrófilos (CNA) inferior a 1,8 x103/µl en personas de raza blanca y a 1,5 x103/µl en personas de raza negra durante más de 3 meses, ya sea en ausencia o en presencia de anticuerpos antineutrófilos (formas autoinmunes). La NIC suele diagnosticarse tras la exclusión de las formas congénitas y secundarias. Las primeras suelen caracterizarse por infecciones frecuentes y graves, que se producen en los primeros años de vida, y por un mayor riesgo de evolución a leucemia mieloide aguda o a síndromes mielodisplásicos. En este estudio prospectivo hemos seguido a 56 pacientes con NIC (21 varones y 35 mujeres, mediana de edad de 55 años, rango 25-86 años) durante una mediana de 48 meses desde enero de 2009 (10 pacientes tenían un seguimiento previo de 8 años y 2 de 10 años), centrándonos en 1) la gravedad de la neutropenia, 2) las variaciones de ANCs (mediante modelos de ecuaciones de estimación general GEE) 3) la positividad de los anticuerpos antineutrófilos (mediante la prueba de inmunofluorescencia granulocítica directa e indirecta), 4) las características de la médula ósea, 5) la incidencia de episodios infecciosos, y 6) la evolución a enfermedades hematológicas clonales definidas (leucemia de células pilosas HCL, expansión crónica de células NK y síndrome mielodisplásico MDS). La media de CNA se mantuvo estable por debajo del rango normal (1,5-6,5 x103/µL) en todos los puntos temporales considerados; mediante el análisis GEE, se observó una gran variabilidad intersujeto durante el seguimiento (p=0,012), mientras que no se encontraron variaciones significativas intrasujeto. Teniendo en cuenta la gravedad de la neutropenia, 21 pacientes (47%) presentaban neutrófilos inferiores a 1×103/µL en el momento de la inscripción (mediana de 0,49 x103/µL, rango de 0,1-0,969 x103/µL), y 8 casos <0,5 x103/µL. La media de CNA observada durante el seguimiento fue significativamente menor en los varones que en las mujeres (p=0,023) y en los casos con esplenomegalia leve, aunque no de forma significativa (11 casos, 20%, diámetro medio máximo de 11,4 cm por ecografía), independientemente del sexo (análisis multivariante). Se detectaron anticuerpos antineutrófilos en 19/56 pacientes (34%), y los valores medios de ANC a lo largo del seguimiento fueron significativamente inferiores en los casos positivos frente a los negativos (p=0,027). Se observaron valores de linfocitos superiores al valor superior normal de nuestra serie (3,4 x103/µL) en 5/56 pacientes (9%). Mediante el inmunofenotipo de sangre periférica (N=23), 13 (56,5%) pacientes mostraron células NK+ absolutas superiores a 0,2 x103/mL (valor de corte normal de NK), pero todas por debajo de 2 x103/µL. La evaluación de la médula ósea se realizó en 27 pacientes: La mediana de celularidad era del 35% (rango 13-75), y 10/27 (37%) mostraban un valor inferior al 25% (umbral de hipocelularidad en la anemia aplásica); 19/27 (70%) mostraban algunas células displásicas, aunque menos del 10% de células displásicas y sin cariotipo coexistente relacionado con el SMD; la citogenética era normal en 24 casos (89%), mientras que 3 varones, todos mayores de 60 años, mostraban un cariotipo 45, X0 (7, 6 y 3 metafases respectivamente. Por último, 10 pacientes (18%) presentaban monocitosis, y 6 (10%) una MGUS. En 13 pacientes (25%) se produjo una infección que necesitó tratamiento antibiótico o antiviral por vía oral (2 neumonías, 7 vías respiratorias altas, 3 Herpes Zoster Virus y 1 infección urinaria), sin relación con el valor medio de los CNA del paciente, el nadir del valor de los CNA, ni con la presencia de anticuerpos antineutrófilos. Durante el seguimiento, por sospecha de progresión/evolución, 14 pacientes fueron reevaluados mediante biopsia de médula ósea o fenotipado inmunológico periférico: 4 casos fueron diagnosticados de expansión NK crónica, 4 de HCL y 2 de SMD, uno de citopenia refractaria con displasia unilineal (RCUD) y otro de displasia multilineal (RCMD). No se encontró ninguna asociación entre la evolución y los CNA, tanto en los valores al ingreso como en los recuentos medios a lo largo del seguimiento, ni tampoco con el sexo, la presencia de anticuerpos antineutrófilos, la monocitosis, la esplenomegalia, las anomalías en la electroforesis y las infecciones. Los 4 pacientes que desarrollaron una expansión NK mostraban linfocitos periféricos >3,4 x103/µL en el momento de la inscripción (>5×103/µL sólo en 1 caso), y 3 casos mostraban un aumento de las células NK en el fenotipo inmunológico periférico (p= 0,018). En conclusión, la NIC en adultos es una enfermedad benigna, con una tasa infecciosa no superior a la de la población general y una gran variabilidad en los valores de ANCs. Durante esta observación prospectiva, 10 pacientes con NIC evolucionaron, alcanzando los criterios de enfermedades hematológicas clonales, lo que sugiere que esta condición merece un seguimiento clínico.
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