Neumonía postobstructiva en pacientes con cáncer
Al editor-El informe de Abers et al señala correctamente que varias características de la neumonía adquirida en la comunidad postobstructiva (PO-CAP) la distinguen de la neumonía bacteriana adquirida en la comunidad. Éstas incluyen una mayor cronicidad de la enfermedad, una mayor pérdida de peso, un menor recuento de glóbulos blancos, una menor producción de esputo pero una mayor frecuencia de hemoptisis, fiebre, lesiones torácicas cavitarias y mortalidad. Aunque la obstrucción fue causada por una neoplasia en todos los casos, la neoplasia se descubrió por primera vez en el momento de la presentación de la neumonía en el 46,7% de los casos. Los autores destacan que, utilizando métodos de diagnóstico modernos, sólo el 10% de los pacientes con PO-CAP presentaban indicios de infección bacteriana, y parecen oponerse firmemente a la administración de una terapia antibiótica prolongada en caso de que el régimen inicial no produzca defervescencia. Existen varias diferencias entre la PO-CAP y la neumonía postobstructiva observada en pacientes con neoplasias pulmonares establecidas (tanto primarias como metastásicas), que representa un estadio más avanzado de la enfermedad y puede requerir un enfoque diferente.
La experiencia en nuestro centro oncológico integral indica que aproximadamente el 45%-55% de los pacientes con neoplasias pulmonares que desarrollan neumonía tienen un componente postobstructivo, una frecuencia mucho mayor que el 2%-5% notificado para la PO-CAP . La mayoría (>85%) son febriles, tienen leucocitosis (a menos que tengan una mielosupresión relacionada con la quimioterapia) y tienen una tos productiva (a menos que la vía aérea afectada esté casi completamente obstruida). Otros síntomas comunes son disnea, dolor torácico pleurítico, hemoptisis y pérdida de peso. Los datos microbiológicos son difíciles de interpretar, pero generalmente revelan una flora polimicrobiana. En nuestra institución, la mayoría de los pacientes son tratados con regímenes antimicrobianos de amplio espectro dirigidos contra los organismos grampositivos asociados a la atención sanitaria (incluido el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina) y los bacilos gramnegativos (incluidas las Enterobacteriaceae y la Pseudomonas aeruginosa), ya que estos pacientes suelen haber estado expuestos a hospitales u otros entornos de atención sanitaria para el tratamiento de su neoplasia. La respuesta a la terapia es lenta y, por lo general, no se produce una defervescencia completa con la terapia antimicrobiana sola, siendo frecuentes las infecciones repetidas/recurrentes. Aproximadamente entre el 10% y el 15% de los pacientes desarrollan complicaciones graves, como abscesos pulmonares, empiemas, hemorragias y formación de fístulas (broncopleurales o, con menor frecuencia, traqueoesofágicas). Se produce un círculo vicioso, ya que estos acontecimientos suelen provocar retrasos en la administración de la terapia antineoplásica, lo que puede conducir a un empeoramiento de la obstrucción. En consecuencia (como también subrayan Abers y sus colegas), hay que centrar toda la atención en el tratamiento de la(s) lesión(es) que causa(n) la obstrucción. Existen varias opciones para lograrlo, como la braquiterapia de dosis bajas o altas, la terapia láser, el electrocauterio, la crioterapia y el uso de stents en las vías respiratorias. Desgraciadamente, a pesar de estas medidas, la enfermedad progresiva y finalmente mortal es la norma.
Abers y sus colegas deben ser elogiados por su interesante, completo y oportuno informe. No obstante, la entidad que describen se produce mucho antes durante el curso de la neoplasia pulmonar y, de hecho, suele ser la primera manifestación de la neoplasia. En los pacientes con enfermedad establecida o progresiva, las manifestaciones de la neumonía postobstructiva son más variadas y graves, las respuestas al tratamiento antimicrobiano son escasas y el tratamiento general requiere un enfoque multidisciplinar agresivo.
Nota
Potencial conflicto de intereses. El autor certifica que no hay potenciales conflictos de intereses. El autor ha presentado el formulario del ICMJE para la divulgación de posibles conflictos de intereses. Se han revelado los conflictos que los editores consideran relevantes para el contenido del manuscrito.
,
,
et al. .
.
;
:
–
.
.
.
;
:
–
.
,
,
,
.
.
;
:
–
.
,
,
.
.
;
:
–
.
.
.
;
:
–
.
.
.
;
:
–
.
,
,
,
,
.
.
;
:
–
.