Muzzy en Gondolandia
Muzzy, un gran extraterrestre de color azul verdoso y con aspecto de oso que come metal, llega desde el espacio exterior para visitar Gondolandia, gobernada por el Rey y la Reina. Su hija es la princesa Silvia, Bob es su jardinero y Corvax es un científico que trabaja para el Rey. Bob y Sylvia están enamorados en secreto y deciden fugarse. Sin embargo, Corvax, que también ama a Silvia, se da cuenta de lo que ocurre e informa a los Reyes. Enfadado, el Rey los persigue y los atrapa, obligando a Bob a confesar su amor por la princesa Silvia. El Rey le pilla el tono y ordena que Bob sea enviado a la cárcel por seducción mientras Sylvia es llevada de vuelta a palacio. Bob comparte celda con Muzzy, que le cuenta que ha sido encarcelado por comer parquímetros. Al darse cuenta de la inusual dieta de Muzzy, Bob anima a Muzzy a comerse los barrotes de la celda y se escapan.
Mientras tanto, de vuelta en el palacio, Corvax intenta coquetear con Sylvia, pero ella protesta airadamente que ama a Bob. Cabizbajo, Corvax utiliza su ordenador para clonarla, pero el duplicado le odia tanto como el original. Furioso, Corvax golpea su ordenador en señal de frustración, haciendo que funcione mal y produzca cinco duplicados más que vagan por el palacio.
Bob vuelve al palacio con Muzzy, donde encuentran a la verdadera Sylvia en el jardín. Ella les dice que se escondan en el cobertizo de las herramientas y que esperen a que les lleve comida allí.
De vuelta en el laboratorio de informática, Corvax intenta recuperar los seis duplicados de Sylvia, pero el ordenador funciona mal y empieza a producir infinitamente clones de Sylvia. En poco tiempo, cientos de duplicados pululan por el palacio.
Abajo, en la planta baja, el Rey se da cuenta de que los duplicados de Sylvia provienen de la habitación de Corvax, y decide investigar. Al ver que Corvax no puede detener el ordenador, el Rey decide arreglarlo él mismo. Para ello, desconecta un enchufe conectado al ordenador, lo que detiene el proceso, pero, como resultado, él mismo es absorbido por el ordenador. Sin saber cómo salvar al Rey, Corvax decide escapar en helicóptero, con Bob en su persecución.
Sylvia y Muzzy entran en el laboratorio de informática, y Muzzy es capaz de liberar al Rey del interior de la máquina. Bob entonces regresa con Corvax, y es exonerado mientras Corvax es llevado por las tropas del Rey. Bob y Sylvia se reúnen, y los sentimientos hostiles del Rey hacia la pareja se disuelven. El Rey y la Reina, Bob, Sylvia y Muzzy se echan unas risas.
Después, Muzzy consigue enviar todos los duplicados de Sylvia de vuelta al ordenador. Norman pregunta por Sylvia haciendo que Bob se enfade y lo derribe de su moto. Bob y Sylvia se casan, mientras que a Corvax se le asigna la función de reloj. Muzzy abandona Gondolandia en su nave espacial, mientras el Rey le agradece su ayuda y espera que algún día regrese.