Mantenimiento de la salud del roble

¿Está su árbol sano?

El crecimiento de la corteza para la temporada debe ser de 3 a 24 o más pulgadas de longitud. Las grietas de crecimiento de la corteza suelen indicar que el árbol está sano. El tejido en las grietas debe ser de color verde brillante o rosa cuando se rasca. Sin embargo, una corteza suelta y descolorida o áreas inusualmente aplanadas en el tronco es indicativa de una condición de enfermedad.

Manejo de la zona radicular

Mantenga un área de suelo no perturbado por encima de la zona radicular si es posible. (A efectos de gestión, la zona radicular se extiende 1/3 de la distancia más allá de la línea de goteo del árbol. La línea de goteo es el borde más externo del follaje de un árbol). Reduzca al mÃnimo el nivelado, la excavación, la zanja, la cobertura del suelo con asfalto u hormigón o las plantas de jardinerÃa, el tránsito peatonal excesivo o el estacionamiento de vehÃculos. La gestión adecuada mantiene el paso libre de agua y aire dentro de la zona de las raÃces. El área que se extiende 6 pies desde el tronco es la más vulnerable y siempre debe dejarse inalterada y al descubierto.

Poda

Los robles maduros no requieren poda excepto para eliminar ramas muertas, debilitadas, enfermas o peligrosas.Si es necesario podar, los árboles deben ser podados en la estación seca. Los meses de junio y julio son los mejores.

Riego

Los robles autóctonos de California han evolucionado en un clima de tipo mediterráneo donde hay pocas precipitaciones entre finales de la primavera y principios del otoño. Como tal, generalmente no requieren riego durante este período seco y, de hecho, los árboles pueden verse afectados negativamente por el riego suplementario durante este período, ya que las condiciones de humedad cálida pueden favorecer las enfermedades perjudiciales. Es especialmente importante que los troncos de los robles permanezcan secos. Sin embargo, si la temporada de invierno es inusualmente seca, un riego suplementario a principios de la primavera puede complementar las lluvias naturales. Riegue en profundidad, a uno o dos pies, en los dos tercios exteriores de la zona radicular. Alternativamente, la colocación de mantillo orgánico bajo el árbol puede conservar la humedad en la zona radicular reduciendo la evaporación superficial. El mantillo también inhibe el crecimiento de las malas hierbas, que pueden competir con las raÃces del roble por la humedad y los nutrientes. A medida que el mantillo se descompone, también aumenta la materia orgánica en el suelo, lo que mejora la percolación del agua, la aireación en la zona de las raÃces y la disponibilidad de nutrientes a largo plazo.

Los árboles recién plantados pueden requerir un riego suplementario mientras se establecen en el paisaje.

Fertilización

Un roble sano y maduro en condiciones naturales no requiere alimentación suplementaria. La hojarasca y otros restos orgánicos en el suelo suministran nutrientes a medida que se descomponen y liberan nutrientes al suelo y a las raÃces. La fertilización suplementaria puede ser necesaria cuando se eliminan los restos orgánicos o cuando el roble muestra enfermedades o cuando el crecimiento es pobre. Generalmente, los árboles jóvenes pueden ser fertilizados para que se establezcan rápidamente.

El nitrógeno es el principal nutriente de valor para los robles. Antes de que llueva o se riegue, se puede esparcir el fertilizante en el suelo para cubrir los dos tercios exteriores de la zona de las raíces. A veces resulta útil un método de aplicación alternativo. El fertilizante puede inyectarse con agua o colocarse en agujeros excavados en el suelo, con una separación de 18 pulgadas, a lo largo de la línea de goteo del árbol. Los fertilizantes deben aplicarse a una tasa de dos a cuatro libras de nitrógeno real por cada mil pies cuadrados de superficie. (Por ejemplo, si un fertilizante nitrogenado contiene un 20% de nitrógeno elemental, se aplicarían de 10 a 20 libras de fertilizante por cada mil pies cuadrados de superficie). Es preferible el nitrógeno orgánico o las fuentes de nitrógeno de liberación lenta. Las fuentes orgánicas deben aplicarse a finales del invierno para permitir que el nitrógeno pase a la zona de las raíces. Las fuentes inorgánicas deben aplicarse a finales de la primavera después del primer brote de crecimiento.

Jardines compatibles

Las plantas tolerantes a la sequÃa pueden incorporarse al paisaje alrededor de los robles. Muchas plantas nativas de California, una vez establecidas, pueden requerir poco o ningún riego. Una vez más, no se recomienda plantar dentro de la zona de las raíces.

NOTA: La información de esta página se ha extraído de Living among the Oaks (Vivir entre robles), una publicación del Programa de Gestión Integrada de Pastos de Madera Dura de la Extensión Cooperativa de la Universidad de California. Para obtener más información, haga clic aquí.