Modos y etiquetas islámicos – Entender el Islam
Hay ciertos modales y etiquetas que un musulmán sigue cuando conduce sus asuntos en la sociedad. A continuación, algunos ejemplos:
Cuando dos musulmanes se encuentran, se saludan diciendo «Assalamo Alaikum» que significa «la paz sea contigo», y «Wa alaikum us-salam» y «sobre ti sea la paz».
Cuando los musulmanes emprenden cualquier actividad, siempre la comienzan con el nombre de Dios, diciendo «Bismillahir Rahmanir Raheem» que significa «En el nombre de Alá, el más bondadoso, el siempre misericordioso».
Cuando los musulmanes terminan una actividad, como por ejemplo la comida, dicen «Alhamdulillah» que significa «Toda la alabanza perfecta pertenece a Alá». Esta frase se dice en muchas otras ocasiones cuando se expresa gratitud a Dios.
Cuando un musulmán habla de realizar alguna actividad en el futuro, siempre añade la frase «Insha’Allah» que significa «Si Alá quiere».
Cuando un musulmán recibe un favor o un regalo agradece a la persona diciendo «Jazak’Allah Khayrun o Jazakumullah» que significa «que Alá te dé la mejor recompensa».
Cuando un musulmán escucha una noticia triste, en particular de alguien que fallece, dice «Inna lillahi wa inna ilaihi Rajioon» que significa «pertenecemos a Alá, y a Él volveremos».
Cuando una persona estornuda, dice «Alhamdulillah» que significa «Toda la alabanza perfecta pertenece a Alá»; la otra persona que le oye estornudar, dice «Yar hamo kumullah» que significa «que Alá se apiade de ti»; a lo que la persona anterior responde «Yahdeekomullah» que significa «que Alá te guíe».
Cuando un musulmán quiere entrar en la casa de otro, primero saluda a los moradores y luego pide permiso para entrar. Está prohibido entrar en la casa de alguien sin su permiso o conocimiento. Debe llamar/tocar hasta tres veces para pedir permiso para entrar, si sigue sin haber respuesta después de la tercera vez, entonces debe darse la vuelta, incluso si sabe que puede haber alguien dentro (puede que no puedan o no quieran recibirle).
Un musulmán no habla mal de alguien particularmente a sus espaldas. Este acto de difamación no sólo es descortés, sino también cobarde. Si existe una queja genuina contra alguien, primero debe ser llevada a la atención de esa persona.