Mi cuerpo

Dic 10, 2021
admin

Todo sobre de las adenoides inflamadas/hipertróficas

(All About Adenoids)

A menudo, se habla de las adenoides y las amígdalas al mismo tiempo. Puedes verte las amígdalas en la parte posterior de la garganta, pero ¿dónde tienes las adenoides? En realidad, ¿qué son las adenoides? Averigüémoslo.

¿Qué son las adenoides?

Las adenoides (o vegetaciones) son masas grumosas de tejido esponjoso que ayudan a proteger a los niños contra las enfermedades. Se encuentran en la parte posterior de la cavidad nasal y por encima del paladar.

Aunque puedes verte las amígdalas fácilmente si te paras frente a un espejo y abres bien la boca, no puedes verte las adenoides de este modo. El médico debe usar un visor especial para dar una mirada a las adenoides. Además, puede tener una idea de su tamaño con una radiografía de tu cabeza.

Al igual que las amígdalas, las adenoides ayudan a que tu cuerpo se mantenga sano al atrapar las bacterias y los virus dañinos que inhalas o tragas. Las adenoides también contienen células que fabrican anticuerpos para ayudar a tu cuerpo a combatir las infecciones.

Las adenoides realizan un trabajo importante para los bebés y los niños pequeños como las encargadas de luchar contra las infecciones. Sin embargo, se vuelven cada vez menos importantes cuando un niño crece y el cuerpo desarrolla otras formas de combatir los gérmenes.

Habitualmente, las adenoides se encogen después de los 5 años y, en la adolescencia, suelen desaparecer.

Cuando las adenoides se hinchan

Puesto que las adenoides atrapan los gérmenes que ingresan al cuerpo, el tejido adenoideo en ocasiones se hincha temporalmente (se inflama) mientras trata de combatir una infección. Es posible que la hinchazón desaparezca por sí sola; sin embargo, a veces se necesita tratamiento médico. Una invasión bacteriana puede azotar de tal modo las adenoides que estas se infectan.

La hinchazón o el aumento de tamaño de las adenoides son frecuentes. Cuando esto sucede, las amígdalas también se pueden hinchar. Las adenoides hinchadas o infectadas pueden dificultar la respiración y causar los siguientes problemas:

  • la nariz muy tapada, de modo que un niño solo puede respirar por la boca
  • ronquidos y dificultad para dormir bien
  • dolor de garganta y dificultad para tragar
  • ganglios hinchados en el cuello
  • problemas en los oídos

Infórmale a una persona adulta si tienes alguno de estos problemas para que pueda llevarte al médico.

¿Qué hará el médico?

En el consultorio, el médico te preguntará qué sientes en los oídos, la nariz y la garganta, y luego te examinará. También te palpará el cuello cerca de la mandíbula.

Tal vez el médico use un visor flexible para mirarte las adenoides y también puede pedirte una radiografía. Si parece que tienes una infección en las adenoides, el médico puede recetarte un antibiótico (un medicamento) para que tomes.

Cuando se extirpan las adenoides

A veces, los médicos recomiendan la extirpación de las adenoides si los medicamentos no ayudan o si estas hacen que un niño se enferme mucho. Esto significa ir al hospital y someterse a una cirugía.

En ocasiones, a un niño se le extirpan las amígdalas y las adenoides al mismo tiempo. Ese procedimiento recibe el nombre de amigdalectomía y adenoidectomía. Ambas cirugías son frecuentes en los niños.

Durante estos procedimientos quirúrgicos, los niños reciben un medicamento especial que hace que se duerman y garantiza que no sientan dolor durante la operación. Habitualmente, ninguna de las cirugías requiere puntos de sutura. Las áreas donde hay cortes cicatrizarán por sí solas, aunque esto lleva algo de tiempo. Después de la cirugía, el niño tendrá dolor de garganta y deberá comer alimentos blandos por un tiempo.

La mayoría de los niños regresan a la normalidad en menos de una semana. ¿Y extrañarán sus adenoides? ¡Para nada!

Revisado por: Steven P. Cook, MD
Fecha de la revisión: noviembre de 2010

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