La alcaldía, por su alto perfil, puso al Sr. Camacho en la carrera para ser el próximo presidente. Según las arcanas reglas del P.R.I., el presidente elegiría al próximo candidato presidencial del partido, que tenía prácticamente asegurada la elección.

Pero el Sr. Salinas pasó por encima del Sr. Camacho y en su lugar eligió al ministro de desarrollo social del país, Luis Donaldo Colosio. El señor Camacho expresó su descontento por la decisión y renunció a la alcaldía.

Semanas más tarde, el 1 de enero de 1994, estalló la rebelión indígena zapatista en el estado sureño de Chiapas, un vívido recordatorio de que la adopción de la globalización por parte del Sr. Salinas había excluido a los indígenas de México y a muchos otros. El Sr. Salinas nombró al Sr. Camacho para negociar la paz.

Pero la campaña presidencial del Sr. Colosio se tambaleaba, y la cobertura de las negociaciones zapatistas alimentó la especulación de que el Sr. Camacho podría presentarse contra él. No fue hasta el 22 de marzo que el Sr. Camacho anunció que no se presentaría.

Al día siguiente, el Sr. Colosio fue asesinado mientras hacía campaña en el norte, en una barriada de Tijuana.

El Sr. Salinas volvió a pasar por encima del Sr. Camacho y eligió al ministro de educación, Ernesto Zedillo Ponce de León, como candidato del P.R.I. El Sr. Zedillo pronto comenzó a criticar el trabajo del Sr. Camacho como comisionado para la paz, lo que llevó a la dimisión del Sr. Camacho en junio. El Sr. Zedillo ganó las elecciones y el Sr. Camacho abandonó el partido al año siguiente.