Los problemas cutáneos más comunes asociados a la diabetes de tipo 1
A veces no nos damos cuenta de los efectos que la diabetes puede tener en nuestra salud. ¿Sufres de picor o sequedad en la piel, o de repetidas infecciones por hongos? Puede que la diabetes sea la culpable. Descubre los principales problemas de la piel que pueden asociarse a la diabetes de tipo 1.
Diabetes de tipo 1, azúcar en sangre y acné
La relación entre la nutrición y el acné se ha investigado en numerosos estudios¹. Como resultado, se ha relacionado una dieta alta en azúcar con un mayor riesgo de acné. Por lo tanto, una diabetes mal controlada durante la adolescencia, cuando los preadolescentes y los adolescentes a veces tienen dificultades para aceptar su tratamiento con insulina, puede provocar un acné más grave. Y este acné puede persistir más allá de la adolescencia debido a los problemas hormonales que puede causar la diabetes. Vigilar lo que se come, así como la diabetes, puede ayudar a limitar estos efectos.
La diabetes tipo 1 y el picor y la sequedad de la piel
La diabetes puede provocar sequedad en la piel, especialmente si no se controla adecuadamente. El motivo es la deshidratación debida a la eliminación del exceso de azúcar en la orina. Y esta sequedad provoca a su vez picores. La diabetes de tipo 1 también está relacionada con problemas de circulación sanguínea, lo que puede provocar también picores, especialmente en la piel de las piernas y los pies.
Bacterias oportunistas
Varios tipos de infecciones pueden afectar a la piel. Estas infecciones tan comunes son más frecuentes en las personas con diabetes de tipo 1, debido a su sistema inmunitario más débil y a la sequedad de la piel. En consecuencia, corren un mayor riesgo de desarrollar orzuelos, forúnculos, foliculitis o infecciones en las uñas. Estas infecciones suelen estar causadas por bacterias de la familia de los estafilococos. Para evitar este tipo de infecciones, es fundamental cuidar la piel, teniendo cuidado de evitar cortes y rozaduras y revisando regularmente las zonas que pican y las lesiones menores, especialmente en los pies (como las ampollas)
Una de las complicaciones más temidas es la afección llamada «pie diabético». Ésta puede desarrollarse si una lesión cutánea pasa desapercibida. Muy a menudo se dan otros factores desfavorables: sensibilidad reducida en el pie, mala vascularización del pie, inmunosupresión, retraso en la cicatrización y, a veces, infección. Por ello, este tipo de heridas son especialmente difíciles de tratar. Sin embargo, las generaciones más jóvenes de personas que viven con diabetes de tipo 1 tienen un menor riesgo de desarrollar esta complicación, gracias a una mayor concienciación sobre el problema y a un mejor control general de la diabetes.
Infecciones cutáneas por hongos e infecciones vaginales por hongos
La sequedad de la piel y las mucosas, el aumento de los niveles de azúcar en sangre y la disminución de las defensas inmunitarias se combinan para crear las condiciones ideales para el crecimiento de hongos, también llamados micosis.
Los pliegues de la piel (como las axilas y la zona de la ingle) y la vagina son especialmente vulnerables a las infecciones fúngicas. La diabetes de tipo 1 puede provocar sequedad vaginal y, en consecuencia, alterar el equilibrio natural de la microbiota, favoreciendo el desarrollo de infecciones por hongos o levaduras, como la candidiasis. La sequedad vaginal y las infecciones por hongos pueden afectar negativamente a la calidad de vida de la paciente, especialmente a sus relaciones sexuales. Afortunadamente, existen varios tratamientos para reducir el impacto de este problema en la vida cotidiana.
Problemas cutáneos más complejos
La diabetes tipo 1 puede estar asociada a otras enfermedades autoinmunes. En el caso de la piel, éstas incluyen el vitíligo, una enfermedad cutánea en la que los anticuerpos destruyen los melanocitos, las células de pigmentación que dan color a la piel.
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¹Pappas A. La relación de la dieta y el acné: Una revisión. Dermatoendocrinol. 2009;1(5):262–267. doi:10.4161/derm.1.5.10192