Los ejercicios linguales podrían aliviar la apnea del sueño
El 7 de mayo de 2009, un estudio brasileño muestra que realizar ciertos ejercicios linguales y faciales durante 30 minutos al día podría aliviar la gravedad de la apnea obstructiva del sueño.
En el estudio participaron 31 adultos con apnea obstructiva del sueño moderada.
Los logopedas enseñaron a 16 de los pacientes a realizar ejercicios linguales y faciales durante media hora al día. Esos ejercicios incluían cepillar la lengua con un cepillo de dientes, poner la punta de la lengua en el paladar blando y deslizar la lengua hacia atrás, pronunciar las vocales de forma rápida o continua y mantener la lengua en una posición determinada al comer.
En comparación, los otros 15 pacientes no aprendieron ningún ejercicio lingual o facial. Simplemente se les supervisó mientras se sentaban durante media hora al día, practicando la respiración profunda por la nariz.
Tres meses después, los pacientes del grupo de ejercicios linguales/faciales habían reducido la gravedad de su apnea obstructiva del sueño en un 39%. Esos pacientes también informaron de que roncaban menos, dormían mejor y tenían menos sueño durante el día que antes de aprender los ejercicios. Y, aunque su IMC (índice de masa corporal) no había cambiado, la circunferencia de su cuello era más delgada que al inicio del estudio.
En cambio, el grupo de comparación no mostró tales mejoras.
Se necesitan estudios más amplios para confirmar los resultados y saber qué ejercicios fueron los más importantes, pero la idea básica es fortalecer los músculos que rodean las vías respiratorias para que sea menos probable que se colapsen durante el sueño, dicen los investigadores, entre los que se encuentra Katia Guimaraes, del laboratorio del sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo de Brasil.
El estudio aparece en la edición del 15 de mayo de la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Algunos de los ejercicios que realizaron los pacientes pueden haber sido más útiles que otros, según un editorial publicado con el estudio.
Aún así, «parece razonable que la fuerza de la lengua sea un mecanismo potencial para remodelar las vías respiratorias superiores», escribe la editorialista Catriona Steele, doctora del Instituto de Rehabilitación de Toronto y de la Universidad de Toronto (Canadá).