Lo que puedes hacer para llevar las lecciones de inteligencia emocional al aula

Dic 31, 2021
admin

Puede que conozcas el coeficiente intelectual de un alumno, pero ¿qué pasa con su cociente de inteligencia emocional? La inteligencia emocional es diferente de la capacidad cognitiva, pero puede ser igual de importante. Si puedes enseñar a tus alumnos a reconocer y regular sus emociones, estarán mejor preparados para concentrarse y alcanzar su potencial tanto dentro como fuera del aula.
Sigue leyendo para saber más sobre la inteligencia emocional y cómo puede aumentar las habilidades académicas y socio-emocionales de tus alumnos. A continuación, descubra algunas estrategias y actividades que puede utilizar para mejorar la inteligencia emocional de sus alumnos.

¿Qué es la inteligencia emocional?

En primer lugar, una breve definición de la inteligencia emocional: es la capacidad de tener conciencia de los sentimientos y gestionarlos. Además, la inteligencia emocional implica utilizar tus emociones para planificar y alcanzar tus objetivos. Al igual que el coeficiente intelectual, el cociente de inteligencia emocional de cada persona puede variar de bajo a alto y no está necesariamente relacionado con las capacidades cognitivas.

Las personas emocionalmente inteligentes pueden funcionar tanto a nivel intrapersonal como interpersonal. El funcionamiento intrapersonal significa que una persona tiene una percepción precisa de sus propias emociones y puede utilizarla para navegar por su vida. Y el funcionamiento interpersonal significa que pueden entender a otras personas y comunicarse bien con ellas. Aunque estas habilidades están conectadas de muchas maneras, un estudiante puede prosperar en algunas áreas de la inteligencia emocional y tener dificultades en otras.

Según el psicólogo de Yale y experto socio-emocional Peter Salovey, los cinco principales ejemplos de inteligencia emocional son:

  • Conocer las propias emociones
  • Manejar las emociones
  • Auto-motivación
  • Reconocer las emociones en los demás
  • Manejar las relaciones

Cuando se habla de la capacidad académica de un alumno, su inteligencia cognitiva suele ser lo primero que se le viene a la cabeza. Pero muchos educadores sostienen que centrarse sólo en la capacidad cognitiva es demasiado estrecho para medir la capacidad de un alumno y resta importancia a la inteligencia emocional. El desarrollo socio-emocional puede ser igual de crucial, y un coeficiente intelectual alto no es necesariamente una garantía de éxito académico.

Por ejemplo, un estudiante puede ser académicamente dotado pero carecer de habilidades sociales. Si no sabe cooperar con los demás, no podrá aprovechar todas las oportunidades disponibles para alcanzar su potencial académico. Para rendir al máximo en la escuela, los estudiantes necesitan desarrollar tanto las habilidades de inteligencia emocional como las cognitivas.

¿Cómo se relaciona la Inteligencia Emocional de un estudiante con el rendimiento académico?

A nivel individual, una fuerte inteligencia emocional está vinculada a un mejor aprendizaje y rendimiento académico. Los estudiantes también son más propensos a hacer amistades más fuertes con sus compañeros y a comunicarse bien con los demás. Y como el desarrollo de la inteligencia emocional está vinculado a una mayor capacidad de gestión del estrés, los estudiantes son más capaces de evitar sentirse abrumados por la escuela u otras responsabilidades.

A nivel de toda la clase, enseñar a sus estudiantes a desarrollar la inteligencia emocional puede mejorar significativamente el ambiente del aula. Los profesores que dan prioridad a la enseñanza de la inteligencia emocional informan de niveles más bajos de problemas de comportamiento, acoso escolar y absentismo crónico. Además, para los primeros grados, la enseñanza de la inteligencia emocional puede ayudar a los estudiantes más jóvenes a adaptarse al aula en su primer año de escuela.

En pocas palabras, los beneficios de enseñar a sus estudiantes habilidades de inteligencia emocional incluyen:

  • Alto rendimiento académico
  • Fuertes habilidades sociales
  • Mejor gestión del estrés
  • Asistencia regular a la escuela
  • Menos problemas de comportamiento

Aunque una fuerte inteligencia emocional está vinculada al desarrollo socio-emocional y académico, lo contrario también es cierto. Las estadísticas muestran que los estudiantes con bajas habilidades de inteligencia emocional tienen un menor rendimiento académico general, incluso si tienen fuertes habilidades cognitivas. Una forma de ayudar a todos los alumnos a alcanzar su potencial en el aula es enseñando y fomentando la inteligencia emocional.

Cómo aumentar el cociente emocional de su aula

Los niños aprenden a adquirir inteligencia emocional de dos fuentes principales: sus profesores y sus padres. Esto significa que una de las mejores maneras de promover la inteligencia emocional en sus alumnos es dando un buen ejemplo. Sea consciente de sus propias emociones e intente mantenerlas en el aula. Las investigaciones demuestran que los profesores con mayor inteligencia emocional son capaces de mejorar las habilidades socio-emocionales de sus alumnos y reducir los problemas de comportamiento.

Además, sea abierto al hablar de los sentimientos en clase para dar a los alumnos espacio para expresar sus propias emociones. Si un alumno está molesto o frustrado por algo, hágale saber que esos sentimientos están bien. Enséñeles habilidades para manejar sus sentimientos negativos y reconocer cuando se sienten infelices. Esto ayudará a los niños a reforzar su inteligencia emocional para que, cuando se sientan abrumados en clase, sepan cómo calmarse.

Si los alumnos se portan mal, intente corregir su acción con un ejemplo positivo en lugar de avergonzar al alumno. Por ejemplo, si un alumno está usando su teléfono en clase, puede decir: «Centrémonos en la lección ahora mismo, ¿vale?» en lugar de: «No deberías tener tu teléfono fuera ahora mismo». Esto ayudará a los estudiantes a aprender qué acciones son y no son apropiadas en el aula sin interiorizar sus acciones o emociones como algo vergonzoso.

Y por último, si usted es un administrador escolar, planifique una sesión de formación en inteligencia emocional para su profesorado. Explique a los profesores qué es la inteligencia emocional, algunas formas de medir la inteligencia emocional de sus alumnos y actividades que pueden realizar en clase para aumentar el cociente emocional de sus alumnos. La formación en inteligencia emocional y los programas SEL no sólo están vinculados a un ambiente positivo en el aula, sino que también mejoran el rendimiento académico general.

5 actividades para mejorar las habilidades de inteligencia emocional

La enseñanza de la inteligencia emocional proporciona a los estudiantes habilidades que les ayudarán durante el resto de su carrera académica y más allá. Junto a asignaturas académicas como matemáticas o ciencias, planifica lecciones que enseñen a los alumnos a reconocer y gestionar sus sentimientos.

Prueba estas cinco actividades de aprendizaje socio-emocional para ayudar a tus alumnos a desarrollar habilidades saludables de inteligencia emocional:

  • Juego de los Monstruos: Con este juego de inteligencia emocional, los estudiantes aprenden a reconocer diferentes emociones emparejando imágenes de monstruos de colores.
  • Inteligencia Emocional Leer a lo largo: Como clase, lea uno de estos libros ilustrados que enseñan la inteligencia emocional, y luego discuta lo que sus estudiantes aprendieron del libro.
  • Meditación de cinco minutos de atención plena: Esta meditación adaptada a la edad de los alumnos de primaria les enseña a despejar la mente y a centrarse en el presente.
  • Hoja de trabajo para pedir ayuda: Para algunos niños, pedir ayuda puede ser difícil. Esta hoja de trabajo es una forma estupenda de que los alumnos practiquen cómo pedir ayuda mientras descifran una adivinanza.
  • Kit para calmarse: Esta actividad (nº 8 de la lista) le mostrará cómo preparar un kit lleno de artículos y ejercicios calmantes para ayudar a los estudiantes cuando se sientan abrumados.

Además, compruebe estas actividades para enseñar a los estudiantes con autismo habilidades de regulación de las emociones como calmarse, comunicarse con los demás y crear objetivos en clase.

Fuentes:

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