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En dos posts anteriores, hablé de técnicas de movilidad para los antebrazos y la parte superior de la espalda para ayudar a aliviar el dolor crónico relacionado con la forma de sentarse. Hoy, vamos a dar un paso más allá – vamos a discutir los músculos de su pecho y cómo están compensando su mala postura.

El pectoral menor es un músculo en su pecho – el hermano pequeño del pectoral mayor. Puedes ver el pectoral menor en rojo en la imagen de abajo (el azul es tu omóplato). La función principal del pectoral menor es ayudar a rotar el hombro hacia delante y hacia abajo. Aquí es donde se encuentra el roce, por así decirlo.

La mayoría de las personas redondean sus hombros y se desploman hacia adelante cuando se sientan en un escritorio, en el coche, en el sofá, etc. Esta posición hace que el pectoral menor ayude a sostener el hombro. Esto es útil bajo ciertas circunstancias – como levantar un objeto pesado, donde el pectoral menor está ayudando a estabilizar el hombro.

Esta activación del pectoral menor no es útil cuando pasas más de ocho horas del día sentado con una mala postura. Después de años de esto, tu cuerpo comienza a adaptarse a esta posición ya que pasas mucho tiempo aquí. El resultado es un acortamiento permanente del pectoral menor. Y cuanto más tiempo pase, más difícil será corregir esta postura perjudicial.

Una mala postura del pectoral menor puede contribuir a las siguientes disfunciones:

• Dolor en el pecho junto con sensaciones de ardor y punzantes
• Dolor en la parte delantera del hombro
• Dolor entre los omóplatos en la parte superior de la espalda
• Dolor y/o entumecimiento a través de la parte interna del brazo, interior del codo, muñeca, mano, y los dedos anular y meñique
• Postura de hombro redondeado ya que el pectoral menor tira del hombro hacia delante
• Dificultad para alcanzar hacia delante y hacia arriba
• Cintura de hombro deprimida y alas de la escápula

Estas disfunciones pueden infringir o limitar muchas de las actividades diarias que realizamos o incluso el simple hecho de relajarse o dormir.

Yo mismo tenía un pectoral menor particularmente tenso debido a una lesión por el entrenamiento. Mi postura se había visto comprometida debido a la lesión y esto resultó en una tensión excesiva de los músculos de mi pecho, hombros y espalda superior. Antes de que se corrigiera el problema, me despertaba con los dedos anular y meñique de ambas manos completamente entumecidos, y también experimentaba dolor y una gran rigidez en el hombro izquierdo. Me costó más de un año centrarme en la movilidad y corregir mi postura para rectificar esta situación.

Si experimentas alguno de estos síntomas, un buen punto de partida es observar el estado de tu pectoral menor. En el vídeo, explico una técnica que utilicé para mejorar la movilidad de mi pectoral menor. Todavía utilizo esta técnica a día de hoy para mantener la calidad de movimiento que tengo en mi pectoral menor y en el hombro.

Gráfico del pectoral menor por Anatomography (Anatomography (setteing page of this image.)) , vía Wikimedia Commons.

Jeff Baker ama lo que hace – esa es la simple respuesta a por qué se hizo entrenador. Llega cada día a trabajar con maravillosos entrenadores, viendo a sus clientes crecer y prosperar con nueva fuerza y salud. El coaching permite a Jeff combinar su entusiasmo por la salud y el fitness con su amor por la enseñanza y la apertura de las personas a nuevas experiencias y posibilidades.
Como parte del equipo de The Whole Life Challenge, sus objetivos son dotar a nuestros clientes de un amor por los retos y la consecución de objetivos. Jeff quiere que aprecien la perseverancia que se necesita para lograr algo significativo y la sensación de logro una vez que lo han hecho.
El atletismo y la fuerza siempre han formado parte de la vida de Jeff. Ha pasado casi treinta años jugando al fútbol y, en ese tiempo, puso mucho esfuerzo en desarrollar su velocidad y fuerza, tanto dentro como fuera del campo. Cuando Jeff encontró el CrossFit, estaba trabajando al final de la calle de un pequeño gimnasio que estaba a punto de abrir. Descubrir el CrossFit y comenzar su carrera como entrenador fue un punto de inflexión en la vida de Jeff que nunca vio venir, pero ha sido una de las mejores cosas que le han sucedido.
Jeff sigue disfrutando mucho ayudando a la gente a conseguir una mejor calidad de vida a través de la salud, el bienestar y la comunidad en la que trabaja. Como dijo Ghandi: «La mejor manera de encontrarse a sí mismo es perderse en el servicio a los demás». Hace ocho años, Jeff descubrió lo cierto que puede ser eso.