La verdad sobre las almas gemelas es que puedes tener más de una
Los cuentos de hadas y las películas de Nicholas Sparks nos han enseñado a asociar el término «alma gemela» con una persona que estamos destinados a conocer por obra del destino. A partir de ahí, nos enamoramos perdidamente y mantenemos este amor romántico para siempre. Pero, eso no es lo que es una verdadera alma gemela.
Esta mentalidad de que un alma gemela es una persona con la que estás destinado a conocer y enamorarte es, a falta de un término mejor, una mierd*. No, esto no va a ser una perorata cínica sobre cómo no existen las almas gemelas.
Esta es una oportunidad para redefinir las almas gemelas. Es una oportunidad para despertar la esperanza de aquellos que creen que nunca podrán encontrar el alma única en un mar de 7.000 millones; para abrir los ojos y darnos cuenta de que no estamos limitados a un alma gemela.
Un alma gemela es cualquier persona que nos refleja de alguna manera. Por eso nos sentimos tan atraídos por estas personas diferentes; son entidades separadas, pero algo en ellas nos recuerda a nosotros mismos.
Nuestras almas gemelas tienen una parte diferente de nosotros inculcada en ellas. No deberíamos buscar nuestra «otra mitad» porque eso suena demasiado cerca de la clonación humana. ¿Pero nuestra otra décima parte? ¿Veinte? ¿Centésima? Esas son proporciones mucho más asentadas de cómo nuestras almas se distribuyen entre otros.
Estas diversas almas gemelas nos proporcionan diferentes propósitos, perspectivas y emociones. Sin embargo, todas y cada una de las almas gemelas tienen atributos similares que las hacen merecedoras de un papel tan especial en nuestras vidas.
Conexión indescriptible
La esencia de nosotros mismos que vemos en nuestras almas gemelas nos permite sentirnos en sintonía con ellas, de forma similar a como estamos en contacto con nosotros mismos. Son una extensión de nuestros corazones, nuestras mentes y (¡lo has adivinado!) nuestras almas.
El vínculo que compartimos con cada alma gemela es realmente excepcional. Los humanos somos los seres más complejos, y cada alma gemela complementa un aspecto diferente de nosotros. Nos reconforta tener a alguien que pueda entendernos y relacionarse con nosotros.
Cuando hablamos con esta extensión de nosotros mismos, podemos seguir viendo y apreciando sus rasgos hermosos, distinguidos y únicos. Si estamos pasando por un momento difícil, nuestras almas gemelas pueden empatizar como si se tratara de su propio problema, y también abordarlo como una tercera parte. Resumiendo: simplemente nos entienden.
Pasiones entrelazadas
Todos tenemos una pasión, o algo que nos da un propósito. Cuando encuentras un alma gemela que comparte el mismo amor profundo por algo, te desafía, te mejora y te inspira. Un alma gemela musical, por ejemplo, no se limita a disfrutar de la misma música que su pareja. Por el contrario, tiene la misma sed de comprender la letra, diseccionar la melodía y descubrir el significado del silencio entre los sonidos. Juntos, las almas gemelas musicales tienen innumerables oportunidades para explorar la música y discutir interpretaciones separadas.
En resumen, el amor compartido entre las almas gemelas es uno de los tipos de amor más fuertes y maravillosos que jamás experimentaremos porque es un amor que es más grande que nosotros mismos.
Completa facilidad
Meses, años, millas y océanos pueden poner distancia entre usted y su alma gemela, pero esa distancia es meramente física. En el momento en que os reunáis, será como si retomarais la relación donde la dejasteis por última vez.
En el caso de las almas gemelas, la ausencia realmente hace que el corazón se encariñe porque, sin ellas, falta una pequeña parte de nosotros. No importa que lleven 10 días o 10 años en nuestra vida; en el momento en que descubrimos a un alma gemela, es como si hubiera formado parte de nuestra vida desde el primer día.
No hay secretos; no hay inhibiciones; no hay fachadas. Las almas gemelas son las personas que nos han visto en nuestro mejor momento, pero que nos han querido más cuando estábamos en nuestro peor momento.
Crecimiento mutuo
Nuestras almas gemelas enriquecen nuestras vidas, pero nosotros también mejoramos las suyas. Todo se remonta al hecho de que nuestras almas gemelas son extensiones de nosotros mismos. Aprendemos de sus errores del mismo modo que aprendemos de los nuestros.
Las almas gemelas se apoyan mutuamente para crecer como individuos, lo cual es irónico, pero increíble. Los mejores tipos de relaciones son los que nos hacen mejores no sólo cuando estamos juntos, sino también cuando estamos separados.
Diferentes almas gemelas nos enseñarán diferentes lecciones, pero todas tienen una lección en común: cada alma gemela nos enseña a preocuparnos por alguien más que por nosotros mismos. Las almas gemelas nos preparan para nuestros futuros amores: cónyuges, hijos, nietos y demás.
Nuestras almas gemelas son más que los amores de nuestra vida; son nuestras luces de guía.