La urraca euroasiática: Un verdadero cerebro de pájaro
Hay una buena cantidad de supersticiones en torno a la urraca euroasiática (también llamada urraca común), un pájaro conocido por su plumaje blanco y negro azabache y sus alas estriadas de morado, verde y azul. Una antigua rima británica predice el destino de una persona en función del número de urracas que haya visto: «Una para la pena, dos para la alegría, tres para un funeral y cuatro para el nacimiento». Hay quien dice que si no se saluda a una urraca que ha pasado por delante, la mala suerte espera pacientemente tras la siguiente esquina. Y cuidado: muchos creen que si una urraca solitaria, cuya especie se empareja de por vida, se posa en una ventana de su casa, es señal de soledad y muerte segura. El nombre del pobre pájaro está cargado de connotaciones míticas, pero la verdadera maravilla de la urraca proviene de su capacidad natural.
La urraca común es una de las aves más inteligentes -y uno de los animales más inteligentes que existen. Su relación cerebro-masa corporal sólo es superada por la de los humanos e iguala a la de los mamíferos acuáticos y los grandes simios. Las urracas han demostrado la capacidad de fabricar y utilizar herramientas, imitar el habla humana, lamentarse, jugar y trabajar en equipo. Cuando uno de los suyos muere, se agrupa en torno al cadáver para celebrar un «funeral» de graznidos y gritos. Para repartir la comida a sus crías, las urracas utilizan utensilios hechos por ellas mismas para cortar las comidas en tamaños adecuados.
Las urracas también son capaces de superar un experimento cognitivo llamado «prueba del espejo», que demuestra la capacidad de un organismo para reconocerse en un reflejo. Para realizar esta prueba, se coloca un punto de color en los animales, o en los humanos, en un lugar que sólo podrán ver mirándose en un espejo. Los sujetos aprueban si pueden mirar su reflejo y reconocer que la marca está en ellos mismos y no en otro, a menudo intentando alcanzarla y quitarla. Superar la prueba del espejo es una hazaña de inteligencia que sólo pueden lograr otras cuatro especies animales.