El clic de un intermitente está entre los sonidos menos molestos que puede hacer un coche. Junto con la bombilla que parpadea detrás de la flecha en el salpicadero de tu coche, el suave y rítmico tic-tac es una señal de que tu intermitente está funcionando correctamente cuando lo enciendes. Aunque la tecnología ha progresado, esta función se ha mantenido constante a lo largo de varias generaciones de vehículos, o al menos eso es lo que les parece a los conductores. Sin embargo, según Jalopnik, hay algo que ha cambiado: el origen real de ese familiar sonido.

Los intermitentes empezaron a aparecer en los automóviles a finales de la década de 1930, cuando Buick los hizo estándar en algunos modelos. Tradicionalmente, el sonido de chasquido se producía a través del calor. Los conductores encendían el intermitente y la electricidad calentaba un muelle bimetálico del coche, haciendo que se doblara hasta hacer contacto con una pequeña tira de metal. Cuando estos dos componentes se conectaban, pasaba una corriente a través de ellos y alimentaba los intermitentes eléctricos. El muelle bimetálico se enfriaba rápidamente y volvía a su forma original, apagando la luz, antes de que todo el proceso volviera a empezar para crear un nuevo destello. A medida que el muelle se doblaba hacia adelante y hacia atrás, creaba un sonido de clic.

La siguiente evolución de los intermitentes utilizaba un truco similar, pero en lugar de mover un muelle debido al calor, enviaba el impulso electrónico a un electroimán a través de un chip. Cuando se activaba, el electroimán tiraba de una armadura metálica y desconectaba la corriente que alimentaba la luz (o lo contrario, dependiendo de la configuración del relé). Sin el impulso del chip, el electroimán se apagaba y la armadura volvía a la posición anterior y hacía un puente con el circuito que proporcionaba energía a las bombillas. Como ocurría con el muelle térmico, el relé hacía clic cada vez que se movía.

Hasta hace poco, así era como funcionaban la mayoría de los intermitentes de los coches, pero las cosas han cambiado a medida que los coches se han ido informatizando. Muchos de los coches que se fabrican hoy en día se basan en comandos informáticos para activar los intermitentes, saltándose los procesos que antes producían los característicos chasquidos. Pero los chasquidos son algo con lo que la gente ha crecido, y los conductores podrían sentirse inquietos si no oyeran nada después de activar sus intermitentes. Por eso el sonido mecánico sigue existiendo en la era de los ordenadores, aunque en muchos coches modernos sólo se emite a través del sistema de audio del vehículo.

Para ver cómo funcionan los sistemas electrónicos de intermitentes en los coches, echa un vistazo al siguiente vídeo.