CHICAGO – Los médicos, residentes y estudiantes de medicina presentes en la reunión especial de la Cámara de Delegados (HOD) de la Asociación Médica Americana (AMA) reconocieron las consecuencias perjudiciales para la salud pública de las interacciones violentas con las fuerzas del orden en la política adoptada que aborda la necesidad de una reforma policial.

La nueva política reconoce la brutalidad policial como una manifestación del racismo estructural que afecta desproporcionadamente a los negros, indígenas y otras personas de color, y ordena a la AMA tomar medidas para abordar la reforma policial y las injusticias raciales, incluyendo:

• Trabajar con las partes interesadas en un esfuerzo de salud pública para apoyar la eliminación del uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas del orden.
• Abogar contra la elaboración de perfiles raciales y discriminatorios por parte de las fuerzas del orden a través de la formación contra los prejuicios, la supervisión individual y otras medidas.
• Presionar por una legislación y una normativa que promuevan prácticas de seguridad basadas en el trauma y en la comunidad.

Las investigaciones demuestran que las comunidades racialmente marginadas están desproporcionadamente sometidas a la fuerza policial y a la elaboración de perfiles raciales, y subrayan la correlación entre la violencia policial y los resultados adversos para la salud. Los daños significativos provocados por la fuerza policial excesiva incluyen: lesiones innecesarias y costosas; niveles elevados de estrés y ansiedad; aumento de las tasas de comorbilidades como la presión arterial alta, la diabetes y el asma; y morbilidad y muerte prematuras.

«Los datos dejan claro que la brutalidad policial -una manifestación del racismo sistémico- tiene consecuencias significativas para la salud pública de las comunidades afectadas, en particular entre la comunidad negra», dijo el miembro de la junta directiva de la AMA Willie Underwood III, M.D., MSc, MPH. «La AMA se dedica a trabajar activamente en el desmantelamiento de las políticas y prácticas racistas en toda la atención sanitaria, y pedimos a las partes interesadas que realicen cambios sistémicos para proteger la salud pública y combatir los efectos perjudiciales que el racismo y la violencia comunitaria tienen en la salud de la nación».

La AMA instó al Congreso durante el verano a actuar en una legislación de reforma policial significativa y eficaz para proteger la salud pública, instando a las reformas policiales necesarias para abordar el uso excesivo de la violencia de las fuerzas del orden contra las personas en las comunidades minoritarias. Además, la política actual de la AMA insiste en la responsabilidad de ciertas formas de actividad policial potencialmente violenta.

En junio de 2020, el Consejo de Administración de la AMA reforzó su compromiso de denunciar el racismo como una amenaza urgente para la salud pública, comprometiéndose a actuar para hacer frente al racismo sistémico, la injusticia racial y la brutalidad policial. Reconociendo que los prejuicios en todo el sistema y el racismo institucionalizado contribuyen a las desigualdades en todo el sistema de salud de los Estados Unidos, la AMA continúa luchando por una mayor equidad en la salud mediante la identificación y la eliminación de las desigualdades a través de la promoción, el liderazgo comunitario y la educación.