La luna Europa, el «globo ocular» de Júpiter, arroja agua al espacio. ¿Tendrá sabor a vida?
La cuarta mayor de las 79 lunas de Júpiter, Europa, se parece más a un planeta que a una luna.
De unos 1.900 millas/3.100 kilómetros de diámetro, es más pequeña que nuestra propia Luna, pero mayor que el planeta enano Plutón. Tiene una fina atmósfera rica en oxígeno. Europa tiene una estructura interna en capas que incluye un núcleo de hierro líquido y un campo magnético. Parece un «globo ocular venoso» gracias a las fracturas de su superficie helada.
También tiene agua.
Los científicos saben desde hace tiempo que Europa tiene un océano global de agua bajo una corteza de hielo de 11 millas/18 kilómetros de espesor.
¿Podría albergar formas simples de vida extraterrestre? Es un objetivo prioritario de investigación para las agencias espaciales.
Así que esto es lo que pasa: si los científicos pudieran tomar muestras del agua de Europa, podrían descubrir vida extraterrestre por primera vez. Esperen. ¿Aterrizar una sonda en Europa y perforar el hielo? No, eso no va a suceder pronto.
Por eso es tan emocionante que otro grupo de científicos piense que una sonda espacial de la NASA con 20 años de antigüedad puede haber sido ya testigo de cómo Europa arroja un penacho de agua de ese océano al espacio.
El único otro cuerpo del sistema solar que se cree que hace eso es Encélado en Saturno.
¿Podrían un par de sondas espaciales -que se lanzarán dentro de unos años en cualquier caso- volar a través de los penachos de agua de Europa y detectar signos de vida extraterrestre?
Un nuevo artículo publicado esta semana en Geophysical Research Letters sostiene que la sonda espacial Galileo de la NASA -que orbitó Júpiter entre 1995 y 2003, y descubrió indicios de un océano subterráneo en Europa- puede haber recogido también pruebas de que la luna libera ocasionalmente parte de esta agua al espacio.
Utilizando simulaciones por ordenador y nuevos cálculos, un grupo de investigadores de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) reprodujo los datos recogidos por el Detector de Partículas Energéticas (EPD) de Galileo, modelando los movimientos de protones de alta energía alrededor de Europa durante el sobrevuelo.
Sus resultados -que incluyen cambios en los protones de alta energía en el campo magnético de Júpiter cerca de la luna- pueden explicarse por la presencia de penachos de agua.
Previamente, los investigadores habían supuesto que la propia luna había obstruido la visión del detector.
Los penachos son menos chorros de agua y más bien «erupciones criovolcánicas» -volcanes de hielo- que arrojan líquido en lugar de roca fundida. Se sabe que Tritón, la luna de Neptuno, y Caronte, la luna de Plutón, tienen un comportamiento similar.
La propia nave espacial Galileo fue sacrificada en 2003 para proteger el océano de Europa; la NASA no quería arriesgarse a que la nave se estrellara en Europa y la contaminara por si acaso albergaba vida simple.
Pruebas de montaje
Todavía no hay pruebas concluyentes de que también Europa arroje agua al espacio, pero el estudio es una prueba más.
En 2012 el telescopio espacial Hubble detectó hidrógeno y oxígeno en la atmósfera de Europa, y en 2016 tomó imágenes de lo que podrían ser penachos de vapor de agua saliendo de la superficie (imagen superior).
¿Qué es la misión Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE)?
Prevista para su lanzamiento en 2020, la misión JUpiter ICy moons Explorer (JUICE) de la Agencia Espacial Europea pasará tres años y medio examinando Europa y otras dos grandes lunas de Júpiter, Ganímedes y Calisto. Sus cámaras y el radar de penetración de hielo se utilizarán para estudiar la composición de la corteza helada de Europa, detectando si hay depósitos de agua entre las capas de hielo.
¿Qué es la misión Europa Clipper?
Programada para su lanzamiento en 2023, la misión Europa Clipper de la NASA realizará unos 45 sobrevuelos, fotografiando en cada pasada la superficie helada de la luna en alta resolución.
Ahora ambas sondas podrían tener un plan de vuelo que les permitiera volar a través de los penachos de vapor de agua que surgen de la corteza de hielo de Europa, tomando así muestras de su océano subterráneo.
Eso sería mucho más fácil -y mucho más rápido- que tener que diseñar y enviar una misión que pudiera aterrizar en la superficie de Europa y perforar el hielo.
Deseando cielos despejados y ojos bien abiertos.
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